El hijo de Heliodoro Díaz Escárraga
Dicen que los hijos son una bendición, una herencia,
un regalo, aunque algunos no lo son tanto.
El escándalo del domingo 12, fue lo que hizo el
hijo del político priísta Heliodoro Díaz Escárraga, el mismo que hace dos años ―en
enero del 2015― recibió de su padre un auto Porsche color amarillo, con motivo
de Navidad, mismo que tiene un valor aproximado de un millón quinientos mil
pesos.
El papá presumió el regalo en las redes
sociales con el siguiente mensaje: “Que bien que Santa Claus te llevo mi regalo
mijo. Ciudalo eh”. La foto que acompaña a ese mensaje es la del hijo Carlos
Antonio Díaz Escárraga Aguirre, dentro del vehículo en mención.
El destrozo que hizo el actual subsecretario de
la Secretaría de Desarrollo Social en Oaxaca (SEDESOL), Carlos Antonio, fue con
otro vehículo, donde dejó dos personas heridas al chocar con un taxi, lanzarse
contra una motocicleta, y meterse por un muro a un taller mecánico.
Eso sucedió como a las 7 de la mañana de ese domingo
sobre la calle de Emilio Carranza, de la colonia Reforma de la ciudad de Oaxaca.
Díaz Escárraga Aguirre conducía en presumible
estado de ebriedad una camioneta marca Jeep de modelo reciente. Era un vehículo
con placas especiales para persona discapacitada cuyo número es 125 TT. En las
redes sociales se comentó que llevaba esas placas por tratarse de un
discapacitado mental.
Después de esas averías lo tuvieron que
despertar porque él y su acompañante, la recién nombrada directora de Enlace
Social del CECYTE, Edith Díaz Ordaz, se durmieron en el interior del vehículo
después de lo que ocasionaron. Horas después fue puesto en libertad, primero,
por ser el subsecretario de la Sedesol, y segundo, por ser hijo de papá
influyente.
El joven funcionario escribió más tarde en su
cuenta de Facebook una disculpa a todos los afectados, quienes asegura, le “otorgaron
el perdón y suscribieron los desistimientos que marca la ley”, y explica los
hechos sucedidos de esa mañana, pues asegura que “podemos estar expuestos todos
y todas sean actores pasivos o activos.”
Así que toda esta historia terminó como debe
terminar una persona con poder político y económico, sin mencionar a las
personas discapacitadas quienes muchas veces no pueden conseguir unas placas
que les permitan estacionarse en los lugares exclusivos para ellos.
Algunos lectores se preguntarán que qué pasó
con los políticos oaxaqueños, cuál fue su postura ante tal burla al pueblo.
Pues nada, hasta hoy martes todos permanecen calladitos, pues saben que si
abren la boca posiblemente se les acabe la chamba. Hay que recordar que él,
Carlos Antonio Díaz Escárraga Aguirre, es funcionario público federal, y ella, Edith
Díaz Ordaz, fue recién nombrada directora de Enlace Social del CECYTE.
Entonces, por ambos lados no hay manera de tocarlos, y menos, con la
complacencia del gobernador del estado Alejandro Murat.
Díaz Escárraga, papá, trabajó durante un tiempo
con Alejandro Murat. Era el encargado de la zona sureste del país en el
Infonavit, y con lo que ganaba en ese lugar le alcanzó para comprarle a su hijo
el Porsche color amarillo de millón y medio de pesos.
Después de presumir su regalo en las redes sociales
le pidieron su renuncia, y días después presentó su registro como candidato a
diputado por el PRI, pero por el distrito de Tlaxiaco, cuando este señor no es oaxaqueño sino veracruzano.
En su candidatura como “Mixteco” le fue mal,
muy mal, y todo por la imagen que él mismo se construyó en las redes sociales
con el regalo que le hizo a su hijo.
Otra vez aparece su retoño en escena, pero
ahora por cuenta propia, por eso les dije al inicio de este comentario que hay
hijos para bendición y otros que no traen tanta.
Twitter: @horaciocorro
Facebook: Horacio Corro
horaciocorro@yahoo.com.mx
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