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jueves, 24 de mayo de 2018

Lentes de Clark Kent para políticos o kriptonita para babalucas

Aunque no lo creas, hay carneros que usan anteojos. No, no me refiero a las personas de apellido Carnero que usen lentes; no. Me refiero a los rumiantes que sobre su nariz usan gafas.
Algunos labradores de Europa para proteger a sus rebaños de las terribles enfermedades de los ojos provocadas por el reverberar de las nieves, dotan de gafas a sus animales.
La gente también los usa, pero de esos claros, transparentes, sin graduación. Quienes los utilizan así, son como para apantallar o para transformar su carita haciéndose pasar por ratón de biblioteca, o algo así.
Si estos lentes sin graduación son para alterar la personalidad, entonces, ¿para qué sirven los lentes oscuros? Hace años, los lentes oscuros casi eran exclusivos de artistas de cine o televisión que trataban de disimular su identidad.
Los lentes oscuros más famosos que ha tenido el país, fueron los de Fidel Velázquez, líder de la entonces poderosísima CTM.
Los cartonistas se apoyan en ellos para destacar la figura del líder cetemista. Los lentes de don Fidel llegaron a ser casi el símbolo de los trabajadores de México.
Pero llegó el tiempo en que los lentes oscuros se democratizaron mucho más que la política. Los usaba aquel tipo que regresaba a su pueblo después de una larga temporada de ausencia para demostrar su éxito.
Otros más, los usaban para seguir recordando su Acapulco de hace tres o cuatro años. Aquellos otros, para esconder sus patas de gallo, tristezas, desvelos, depresiones, cuencas huecas, crudas, ojeras, perrillas, conjuntivitis, pasones, ojos desmaquillados, etcétera.
Otras personas usan lentes oscuros porque sienten seguridad. Sienten que la oscuridad les permite moverse con más autoridad, y por lo mismo, se les hace más fácil entrometerse en todo.
Detrás de ese par de cristales oscuros que descansan sobre la nariz, muchas veces se ocultan frustraciones, secretos, misterios, vergüenzas o miedos.
Si le preguntáramos a esas personas porqué usan anteojos, seguramente nos responderán que porque les da seguridad, galanura, o para que no lo reconozcan su chica o sus chico, para ver a la gente, para pasar inadvertido, o para que no lo descubran que es el huy, huy, huy del ejido.
Dentro de los comics, uno de los héroes que usa lentes es Supermán. Éste hombre de acero es un caso único. Hasta la fecha no he podido entender cómo es que nadie se da cuenta que Supermán está debajo de ese armazón de cristales transparentes.
Si los lentes de Clark Kent se los pusiéramos a los políticos, nos encontraríamos en medio de un montón de hijos de su kriptonita, sin poder reconocerlos. Sería tanto su poder, que ni el ciudadano más abusado podría darse cuenta de sus abusos.
Por fortuna esos armazones todavía no están a la venta, pero en realidad no hacen falta. Basta con que el político se eche encima otra camiseta, otros colores, otras siglas, para que sientan que con eso, ningún ciudadano los puede identificar. Eso creen ellos, cuando en realidad es lo contrario. Es cuando todo mundo puede recordar su larga lista de triquiñuelas anteriores.
Aunque no faltan los ilusos que siguen creyendo en esos políticos que se cambian de camiseta a cada rato. Seguramente esos babalucas cargan en sus bolsillos un pedazo de kriptonita y por lo mismo, no han podido regresar a este planeta.

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martes, 15 de mayo de 2018

Todo por un pleito de chamacos

A veces la rabia nos rebasa ante la imposibilidad de no poder hacer nada con los calamitosos ayuntamientos municipales que se han distinguido por cierto sadismo. 
Después de enterarnos de lo que sucede en el Ayuntamiento Municipal de Juxtlahuaca, es como sentir el remolinear de la daga que todavía tenemos clavada.
Bien, les comentaré por partes. Todo empezó cuando dos chamacos se encontraron en una calle de Juxtlahuaca y se comenzaron a decirse de cosas. De las palabras pasaron a los golpes. Fue un pleito que no llegó más allá de dos o tres patadas. Después de eso, cada chavo se fue a su casa. Hasta ahí llegó todo para este par de chavos que anda entre los diecisiete, dieciocho años.
Más tarde, uno de los pleitistas, Ángel Montesinos Zamora, quien se dedica a la venta de pollo, conducía un mototaxi de su patrona en las céntricas calles de esa población, cuando le dio alcance un vehículo de donde bajó la señora María Antonia Paz Navarro, quien a golpes bajó del mototaxi al conductor.
Esta señora, mientras golpeaba a Ángel, le gritaba al que conducía el vehículo que se bajara para golpear al conductor del mototaxi. Así que ni tardo ni perezoso, el hombre del vehículo bajó para golpear brutalmente al chavo. La paliza que le dieron estas dos personas fue sin ninguna misericordia.
Ustedes se preguntarán ¿y quién es la señora que bajó a golpes a Ángel? Pues María Antonia Paz Navarro, es la abuelita del chavo con el que se agarró a trancazos Ángel. El nieto se llama Seyje Antonio Guzmán. Así que la abuelita, personalmente fue a cobrar venganza de los dos o tres golpes que recibió su nieto.
También ustedes se preguntarán que ¿quién es la persona que se bajó del vehículo para golpear brutalmente a Ángel? El nombre de ese señor es Enrique Bautista Gutiérrez, quien por cierto, se siente todopoderoso en el pueblo, y por lo mismo, puede hacer lo que se le antoje por el hecho de ser el Regidor de Hacienda municipal.
Buscando en mis archivos, me encuentro que éste influyente personaje, se desempeñó en el 2010 como tesorero municipal del municipio de Juxtlahuaca, y como nunca quiso comprobar más de 43 millones de pesos a la extinta Auditoría Superior del Estado, fue condenado a varios años sin poder trabajar en la administración pública. Lo curioso del asunto es que hoy se desempeña como Regidor de Hacienda en el Ayuntamiento Municipal que encabeza Nicolás Feria Romero.
El jovencito acudió el domingo a la vice fiscalía de Juxtlahuaca para levantar su denuncia, pero se topó con un trabajador de esa oficina de nombre Alberto Villalobos, quien en vez de tomar la denuncia correspondiente de Ángel, lo regañó y lo acusó de ser el provocador de tal pleito. Así que frustrado se regresó a su casa.
Ayer al mediodía, acudió a nuevamente a la vice fiscalía, acompañado de su mamá para tratar de levantar la denuncia, pero cuando comenzaba a dar los pormenores, llegó la suegra del Regidor de Hacienda, la señora María Antonia Paz Navarro, la abuelita, pues, para amenazar a todo aquel que denuncie a su yerno, y a todo aquel que se preste a levantarle el acta correspondiente a Ángel.
La abogada que en ese momento tomaba los datos de Ángel, ya no quiso seguir atendiéndolo ante el temor del poder juxtlahuaqueño municipal.
Para maldición de Ángel, en la golpiza le tiraron uno de los dientes de enfrente, y corre el riesgo de perder el ojo izquierdo.
Así que este comentario que no es comentario, sino una denuncia que va a quedar en el aire, nada más, y ni modo, ninguna otra cosa se puede hacer ante el poder de los políticos dominadores del pueblo de Juxtlahuaca. En una siguiente entrega les platicaré muchas de las tranzas que comete el ayuntamiento de Juxtlahuaca.

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jueves, 10 de mayo de 2018

Las frases de mamá



No puedo decir que todos, pero sí la mayoría de los seres que vivimos o han vivido sobre este planeta, hemos escuchado dentro de la casa consejos y regaños que se convirtieron en leyes para nuestra vida. Curiosamente, casi todos ellos, vienen de nuestra madre.
“¡No te digo!”, es la frase que más recuerdo que mi mamá nos decía después de que cometíamos una torpeza. Y lo peor, no podíamos decir nada porque ya nos lo había advertido. Y si nos poníamos al brinco, no nos escapábamos de una buena pela.
Si mi mamá no nos hubiera domesticado a manguerazos, cinturonazos o manazos, quién sabe qué andaríamos haciendo ahorita los 9 hijos que sacó adelante, y viuda. Ahora me doy cuenta que no fue nada fácil para ella.
Antes eran más frecuentes los festejos a las madres exactamente el 10 de mayo. Así que como no podía estar al mismo tiempo en el festival de los hijos de la secundaria ni de los de la primaria ni de los de kínder, tenía que mandar representantes a todas partes.
Al final de cuentas esas fiestas resultaban un suplicio para ella, pues cada hijo quería que ella estuviera presente en su fiesta.
Ese día, desde muy temprano se ponía más guapa que de costumbre para tener un día muy padre el Día de la Madre.
Antes de preparar este comentario, me di a la tarea de platicar con algunas personas que tienen o tuvieron una mamá, para que me dijeran una frase que ahora como madre o como padre les repite a sus hijos.
“Aquí no es restaurant y se come a determinadas horas.”
“Cuántos niños quisieran algo de comer, y tú desperdiciando la comida.”
“No me importa, lo haces porque lo haces, y ya.”
“No te estoy pidiendo permiso, te estoy ordenando que lo hagas.”
“Un día me van a matar de un coraje.”
“A ver a qué horas.”
“Todo el día me la paso en la cocina y a ustedes que les importa, ¿verdad?”
“Te doy tres para que lo hagas, unaaaa, dossss…”
“Un día me voy a ir. A ver qué hacen ustedes solos.”
“Ash no sé, pregúntale a tu papá.”
“Vuélveme a responder así ya verás.”
“Porque soy tu madre, ¡y punto!”
“Cuando vivas sólo podrás hacer lo que quieras.”
“Sí crees que en los árboles vas a encontrar tortillas, pues lárgate.”
“Porque soy la mamá, ¿entendiste?”
“Cuando tengas a tus hijos me entenderás.”
“Cuando yo tenía tu edad…”
“Síguele y te quedas sin dientes.”
“No me importa lo que hagan tus amigas, en esta casa hay reglas.”
“Te pones suéter aunque tengas calor.”
“Quién dice que te mandas sola.”
“Péinate esos pelos sino no sales a la calle.”
“Sólo con golpes entiendes ¿verdad?”
“Pídele permiso a tu papá.”
“Duérmete o te mando a dormir.”
“Te voy a dar tus nalgadas para que en verdad llores.”
“Te calmas o te calmas.”
“A tus hijos los educarás como quieras.”
“Así que si fulanita se avienta al precipicio, tú también ¿no?”
“Pero a golpes te voy a quitar lo burro.”
“¡Ven para acá… qué vengas!”
“Pero ya verás cuando venga tu papá.”
“Síguele, y te dejo sin dientes.”
“Y si lo encuentro ¿qué te hago?”
“¡Te lo dije!”
“Bueno eh, conste.”
Una felicitación y mis recuerdos a todas las madres en su día.

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martes, 8 de mayo de 2018

Sobre sangre, Oaxaca está en paz


La inseguridad física es una preocupación creciente de la población. En algunas regiones de la entidad oaxaqueña parecen abundar los secuestros, en otra los levantones, en otra más la extorsión, y así, el derecho de piso, los huachicoleros, los robos, etc. 
Todo esto tiene asustado a Oaxaca. El común denominador es un conjunto de maleantes que han optado por la vida fácil en lugar de aceptar las reglas más esenciales de la convivencia humana.
La violencia no sólo se da en las ciudades con mayor número de habitantes, también en las más pequeñas se han registrado hechos de inseguridad. Parece que nada ni nadie puede detener a la delincuencia.
A pesar de los cientos y cientos de litros de sangre derramada, el gobernador del estado de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa, asegura que vivimos en una entidad en paz.
Nunca en la historia de Oaxaca, de acuerdo a estadísticas, la delincuencia había crecido tanto. Esto se disparó mucho más a partir del gobierno muratista.
El problema delincuencial está en ascenso, y se refleja en la creciente sensación de inseguridad de los habitantes. Hay que recordar que todos los oaxaqueños vamos en el mismo barco.
En estas campañas, todos los candidatos prometen más recursos para Oaxaca. Recursos a favor de la rehabilitación de los espacios públicos, recursos para el campo, recursos para esquemas de salud, recursos para la reconstrucción de Oaxaca, en fin. Vamos a suponer que estas promesas sean ciertas. Pero ¿quién de los candidatos nos puede decir en qué parte del mundo alguien puede funcionar normalmente en su trabajo si padece inseguridad?
En este tiempo de numerosos medios de comunicación, ya no hay necesidad de sentarse a esperar un análisis delictivo en el estado, porque de los hechos violentos nos enteramos a cada ratito por las redes sociales. Así pues, solo para darnos una idea de la descomposición social en que vivimos, habrá que decir que en las últimas dos semanas se registraron 50 homicidios, y sobre esa sangre, el gobernador Murat Hinojosa, declaró que Oaxaca está en paz.
Sólo con los datos de las dos últimas semanas, se puede uno dar cuenta que la incidencia delictiva se ha incrementado tanto en número como en espectacularidad. Ante esto, se ha acrecentado el sentimiento de insatisfacción de seguridad pública en la población.
Aun así, el secretario de seguridad pública, Raymundo Tuñón, declaró hace varias semanas, con todo cinismo, que “no estamos tan mal”.
Con todo lo que vemos, a veces uno piensa que la delincuencia se ha fortalecido no por la incapacidad de la policía, sino por el contubernio que algunas bandas mantienen con los jefes policiacos.
El día en que el secretario de seguridad pública Raymundo Tuñón compareció ante los diputados, increíblemente, ¡se hizo a puerta cerrada!
Hace dos meses el gobernador del estado dijo que los niveles de inseguridad en Oaxaca son mínimos, mientras que Tuñón, decía que la delincuencia aumentó un 12 por ciento. Fíjense nada más lo que pasa cuando habla la irresponsabilidad.
Antes de que se sigan enojando los lectores por la incapacidad de nuestras autoridades, les voy a repetir las palabras de Alejandro Murat: “La buena noticia es que Oaxaca está en paz”.

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jueves, 3 de mayo de 2018

Para vergüenzas con “San Martín Caballero”

Dicen los que saben, que la lectura enriquece el lenguaje, alimenta el pensamiento, fortalece la memoria, estimula la confrontación, permite los caminos del diálogo y de la comprensión, origina la buena conversación. 
Los libros son una maravilla porque fomentan nuestro asombro, nos asaltan las ideas y nos provocan la reflexión. Sin una lectura diaria es difícil conseguir frases que iluminen un instante y estimulen el encuentro.
A un lector de libros inmediatamente se le identifica, pues su ropaje está lleno de pensamientos cargados de luz y brillo.
Por desgracia, la entidad oaxaqueña es hoy víctima de una crisis sin precedente a lo largo de toda su historia.
El gobernador del estado Alejandro Murat Hinojosa, nos dijo, nos prometió, que gobernaría con los hombres más preparados de México, pero hoy nos damos cuenta que los escogió de acuerdo a la talla de él mismo.
A Raúl Bolaños Cacho Cué, —bautizado en las redes sociales como “San Martín Caballero”— lo colocó en una responsabilidad de su gobierno, y luego de unos meses lo lanza como candidato a Senador, cuando por su corto intelecto, sabemos que el cargo que busca, le queda demasiado grande.
Tan pobre es su discurso, que no tiene otra salida más que utilizar el ataque, el endosarle a terceros su posible derrota. Prefiere disculparse ante su próximo fracaso, al utilizar en Pinotepa Nacional, un lenguaje por demás lastimero. Solo a él se le ocurrió decir “Cuando vengan los de Morena, les dicen que se van derechito a la chingada”. “Aquí están las mujeres que son las más chingonas. Vamos a ganar ¿sí o no? Les vamos a romper la madre ¿sí o no?”.
Estas palabras no son más que el aleteo de su diagnóstico. Sus gritos son la afirmación de su derrota desquiciada. Con esto, está preparando una sociedad para confrontarse el día de la elección. Eso es grave.
Ahora, el problema de Oaxaca ya no nada más es su crisis económica y de seguridad, sino también de sus candidatos.
La expresión del aspirante a la Senaduría, no es más que la proyección de lo que tiene en el corazón: la burbuja pestilente que evidencia la presencia del pantano.
Por desgracia, a este candidato ya no se le puede exigir más, pues ya demostró sus limitaciones. Su pobreza intelectual no le permite ir más allá de la grosería, la falta de respeto, la corrientada.
Su problema es la crisis política de este gobierno, él lo sabe, por eso va de mentira en mentira y cada día le sube el volumen a su pobre lenguaje. Al final de su campaña terminará pastoreando fantasmas.
El desaliento de Bolaños Cacho, no es más que el reflejo de lo que ve: un edificio gubernamental seriamente dañado por el impacto de la frivolidad. En su desesperación busca la sobrevivencia. Sus metas optimistas son de corto alcance, no para el futuro de Oaxaca.
Quienes verdaderamente han dado testimonio de su perfil solidario, son los oaxaqueños. Ellos han soportado en actitud resignada, los latigazos del vendaval político. Ellos han guardado su ira, su rabia ante la falta de gobierno y gobernantes.
Aunque no lo quieras creer Bolaños Cacho Cué, la sensibilidad política y humana del oaxaqueño es todavía una veta rica de esperanza, y sobre ésta no podrá prosperar tu discurso violento, confrontado, áspero, frío y autoritario.
Entonces, ¿por qué quieres atizar fuego de rencor o de revancha contra otros candidatos? No utilices a la gente como carne de cañón para tu beneficio. Mejor lee, prepárate, para que conozcas al oaxaqueño.

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martes, 1 de mayo de 2018

Los niños


Cada que mi papá nos contaba algo de su niñez, se le nublaban los ojos. Lo mismo pasaba con sus hermanos, mis tíos, pero en el fondo, estoy seguro, que ninguno de ellos deseaba volver a vivir su infancia.
Seguramente hay mucha gente adulta que piensa lo mismo, porque vivir una infancia como adultos, ha de ser muy triste y muy duro.
Mucha gente dice que la infancia es la mejor época de la vida. Otros dicen que es la época de la dulzura, otros que de la inocencia, y otros más, que del desentendimiento del mundo. Algunas personas de mi edad dicen que fue la etapa más feliz de su vida, pero que nunca lo supieron.
Lo cierto es que mucha gente adulta no podrá estar de acuerdo con ninguna de estas frases. Es más, muchos niños no pueden decir lo mismo a pesar de estar viviendo en este momento su niñez. Las cargas que llevan encima son tan pesadas como la de muchos adultos.
Cada que se habla de la infancia, muchos se echan un suspiro acompañado de un “quién fuera niño otra vez”. Cada que expresamos esto, no lo decimos por la infancia que tuvimos, sino por los niños que nos inspiran ternura y amor, que bien pueden ser nuestros sobrinos, o nietos, o hijos de amigos a los que vemos como familia.
Los niños nos despiertan gozo, y cuando no están con nosotros, extrañamos sus risas o su plática que nunca para. Estar con ellos, es completar esa parte de la niñez que posiblemente nunca tuvimos.
A nosotros nos tocó vivir el tiempo de las chanclas para las nalgadas, y después de esos correctivos, siempre nos comparamos con el resto de los hermanos. También, nos las tuvimos que arreglar para soportar a los niños violentos de la escuela.
La niñez también sirvió para ser utilizados por los tíos o tías, quienes nos manipulaban con un dulce con tal de llevar el recado al amoroso pretendiente.
No puede faltar en la historia, la abuela comprensiva que nos daba la razón ante la injusticia de nuestros padres. Esos recuerdos nunca se olvidan.
En la niñez, es cuando se decide si se quiere explorar esta vida, o es preferible guarecerse de todo mundo para que ninguna persona la alcance. Es cuando se aprende a desconfiar y a mentir para no mostrar la verdadera identidad.
Hoy muchos viejos se dan cuenta de ello, y por eso, a veces quisieran volver a la infancia para enderezar las injusticias que vivieron, y para demostrarle a los viejos de entonces, que ellos estaban en lo correcto, pues los adultos, con el afán de hacer las cosas rápido, no los dejaron descubrir el mundo.
Este Día del Niño, saldrán muchos políticos, y principalmente candidatos, a repartir juguetes como si fuera una obra social. Pero no quieren darse cuenta, que los abandonarán dos o tres años seguidos después de que resulten ganadores de la tómbola electoral.
Por favor, que nadie limite los sueños a los niños. Si los ven pensativos y con sus ojos en el cielo, no los bajen de su vuelo, porque posiblemente los puede quebrar cuando caigan en tierra.

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