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jueves, 21 de enero de 2021

No me quiero sentir culpable de más muertes

En la entrega anterior les decía que el dióxido de cloro no sólo aporta oxígeno, también el ion, (la carga positiva) que hace del oxidante, eficaz en la lucha contra las bacterias, virus, hongos y parásitos.  

Esta combinación es extremadamente soluble al agua, ya que se disuelve mucho más que la propia sangre, que es más espesa. Esta solubilidad hace que pueda aportar oxígeno a lugares del cuerpo donde normalmente no llega, como por ejemplo a los cartílagos, los líquidos amnióticos, o las mucosas.

Entre más gente consuma esta sustancia, dejará de comprar medicamentos, que muchos de estos, en vez de curar, sólo tapan los síntomas, y  mantienen al paciente enfermo durante más tiempo.

Todos sabemos que los glóbulos rojos son los encargados de transportar oxígeno a todo el cuerpo. Pero existe una sustancia capaz de hacer lo mismo: el dióxido de cloro, que no es otra cosa que sal y oxígeno, explicado de una manera simple. Esta sustancia, el dióxido de cloro, al igual que los glóbulos rojos, es capaz de almacenar el oxígeno al igual que la sangre.

La medicina convencional, utiliza mayoritariamente tóxicos para curar. Esta medicina, nadie lo duda, ha salvado a millones de vidas gracias a sus descubrimientos y al empleo de sustancias normalmente venenosas en cantidades mínimas y adecuadas, para curar a muchísima gente.

La medicina usa el mercurio, la morfina, prima hermana de la droga ilegal, la heroína, y mucha gente no sabe que lleva tratamientos con dinamita. Las personas con problemas de corazón utilizan la nitroglicerina como spray sublingual.

Así pues, la enfermedad en realidad, es falta de energía, y para incrementarla se tiene que ensanchar la eficacia de la combustión. Y la combustión depende del suficiente oxígeno disponible.

Esto funciona igual que los vehículos de motor. Para incrementar la potencia de un motor se le monta un ventilador potente que empuja más aire, así se duplica la potencia. Es lo que pasa con el dióxido de cloro. Este incrementa la cantidad de oxígeno disponible en la sangre. El incremento de oxígeno es uno de los responsables para la rápida recuperación de las personas con coronavirus.

Así, aunque no lo crean, el incremento de oxígeno por el dióxido de cloro, muchas personas se han recuperado rápidamente, no solo del COVID-19, sino de diferentes enfermedades, y de esto, hay miles de testimonios.

El dióxido de cloro es para aquellas personas que decidan utilizarlo. La salud es un derecho fundamental, y cada uno debe elegir entre tomarlo o despreciarlo.

Yo aquí se los expongo porque él me sacó de la crisis, lo mismo que a mi esposa. Creo que es un deber ponerlo sobre la mesa para que el enfermo sea el que decida. Desde que sé de la existencia del MMS, la solución mineral milagrosa, no me quiero sentir responsable de más muertes. Pero ¿qué pierde el enfermo con este remedio cuando ya lo ha dado todo por perdido?

Yo ya perdí a familiares y a muchos amigos por la misma causa. Creo que no tiene derecho ningún médico a oponerse a esta solución por encima de la preservación de la vida de manera digna.

El dióxido de cloro está al alcance de cualquier persona, de cualquier persona, lo repito.

Aquí quería terminar este tema, pero me sobra material. En la próxima entrega les hablaré de la hipocresía de la gente, quien ha consumido y ha tomado este mineral, y hoy se opone al mismo.

 

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martes, 19 de enero de 2021

¿Es negocio, o es salud?

Quiero platicarles de cómo salí del coronavirus. En un comentario anterior les dije cómo me había alterado, orgánicamente, ese bicho. 

Hay una sustancia conocida como MMS, que no es otra cosa que el dióxido de cloro. Creo que éste es uno de los descontaminantes más eficaces que hay y que muy poca gente conoce.

No se preocupen, no se inquieten por esta solución, pues mucha gente cree que el dióxido de cloro es lo mismo que el cloro que utilizan para lavar baños o ropa. Nada que ver uno con otro.

El dióxido de cloro no es nocivo, no es lo que a mucha gente le han hecho creer.

Antes de seguir adelante les diré por qué al dióxido de cloro o clórico sódico, también se le llama MMS. MMS, porque es una Solución Mineral Milagrosa, según Jim Humble, quien vio en este producto unos resultados milagrosos.

Quiero que sepan que esta sustancia no sólo sirve para curar el COVID 19, sino muchas otras enfermedades diagnosticadas como incurables.

Así, aunque no lo crean. Si todos tomáramos este humilde mineral, no tendríamos las enfermedades que mucha gente padece. Aunque con esto, han de pensar que estoy afirmando que la salud está prohibida.

Si no hubiera llegado el coronavirus a mi vida, nunca me hubiera enterado de lo que hace el MMS. Es más, ni siquiera lo hubiera conocido, y menos, les estaría hablando en este momento de ese mineral.

Después de haber salido del coronavirus, me dediqué a leer y a investigar sobre lo que es el dióxido de cloro. Después, he hablado con varios médicos quienes tajantemente, me han dicho que es peligroso y hasta venenoso. Estoy de acuerdo que crean que esta sustancia es dañina, pero es imperdonable que los médicos no investiguen sobre el mismo.

Quien haya experimentado en su propio cuerpo o haya visto a algún familiar o amigo, que por este remedio puedo recuperar la salud, no se dejará convencer por nadie de lo contrario.

No hay verdad más grande que la experiencia vivida por uno mismo. Pero como les decía, parece que nuestra salud se ha convertido en un gran negocio; más bien, es el negocio más grande jamás conocido por la humanidad.

Atrás de toda esa oposición a esta medicina alternativa está la industria farmacéutica.

El dióxido de cloro ha sido ridiculizado, juzgado y difamado. Con esto, parece que la salud está prohibida. A través de la difamación, muchos de los familiares de los infectados por COVID 19, han mostrado resistencia al MMS, y con ello, le han negado a su hermano, amigo o vecino, el restablecimiento de su cuerpo.

La enfermedad es la falta de energía, así de simple. Esta se obtiene simplemente comiendo, y haciendo deporte, claro. El problema es que una persona enferma no dispone de energía para correr y tampoco tiene suficiente oxígeno como para realizar todos los procesos que el sistema requiere para el cuerpo.

Con la falta de energía, los microbios o los virus son capaces de multiplicarse mucho más rápido. Es cuando nuestro sistema inmune lucha contra reloj.

Y, aquí es donde entra el dióxido de cloro. Este es el que nos aporta oxígeno. Este oxidante es eficaz en la lucha contra las bacterias, virus, hongos y parásitos.

Pero en la siguiente entrega les sigo hablando de ese modesto mineral.

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martes, 12 de enero de 2021

 Corrupción y candidaturas

Sin duda, la corrupción tiene muchas acepciones, entre las más destacadas se encuentran: tráfico de influencias, soborno, extorsión, fraude, malversación, prevaricación, caciquismo, compadrazgo, nepotismo, impunidad, saqueo, despojo, y otras más. Al final, la corrupción forma parte de un ambiente de putrefacción social que afecta severamente a la colectividad. Los pueblos que la padecen se mantienen en condiciones difíciles, pues la ausencia de valores se hace tangible. Es cuando la gente se arrepiente, se desilusiona e incluso, carga contenido el desprecio hacia sus autoridades. 

Dentro de una sociedad corrupta no hay nadie que escape a sus tentáculos nocivos. La corrupción crece con tal rapidez, que infecta a todos los cercanos. Incluso, puede tocar a aquellos de espíritu puritano o de vida recta y moral intachable.

Al desaparecer rápidamente los valores sociales e individuales se incrementa el egoísmo y la perversidad. Esta última, se manifiesta cuando unos a otros se destruyen y la solidaridad se vuelve una fantasía.

Si nos hacemos la pregunta ¿dónde y porqué se inicia la corrupción? Seguramente nos vamos encontrar un sin número de teorías sociológicas y psicológicas que pretendan darnos una respuesta. Lo real es que si la corrupción existe, es porque las autoridades no únicamente la toleran, sino la promueven. Una sociedad es corrupta porque a sus dirigentes les conviene el ambiente nauseabundo, y eso les permitirá cumplir infinidad de bajezas y metas llenas de alevosía.

Solo un gobierno decente, de limpias raíces populares, puede estar más alejado de caer en la corrupción. Cuando se trata de un gobierno impuesto o ilegítimo, hará eco de su ilícito origen.

Al conocer la historia de nuestro país, nadie nos podrá decir que hemos vivido dentro de la honestidad y la integridad administrativa en otros momentos de México.

Supongo que todos queremos que nuestra tierra tenga salud y prosperidad, pero desgraciadamente la corrupción se ha convertido en una forma de vida.

La corrupción se inicia en México a raíz de su revolución, a principios del siglo XX, El gobierno norteamericano tiene una importante participación, ya que éste armó a los caudillos mexicanos para que se enfrentaran entre sí. Las traiciones, usurpaciones y descalificaciones, fueron la tónica. La aparente pacificación, supuestamente, llegó en 1920, pero lo cierto es que la corrupción se institucionalizó desde las mismas entrañas del gobierno. Las expresiones como “no hay general que soporte un cañonazo de $50,000”, “A mi pónganme donde hay, que de lo demás yo me encargo”, y no se diga el famoso “año de Hidalgo”, todo mundo concluyó que ser político mexicano era un acto de inmoralidad. Se llegó a afirmar que México era tan rico, tan rico, que en cada período gubernamental soportaba el desfalco que le propinaban cientos de políticos que se hacían millonarios en un tiempo muy corto.

Después de esto yo te pregunto a ti que me escuchas, que me lees, ¿estás dispuesto a encumbrar en tu municipio o en tu distrito a ese tipo de gentes? ¿Estás dispuesto a votar por presidentes municipales, diputados locales, y federales, etcétera, con antecedentes de corrupción?

Piénsalo, piénsalo muy bien porque este año tendrán más importancia las elecciones que tu salud.

 

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martes, 5 de enero de 2021

El tiempo que viene 

Ya estamos dentro de otro año. Estamos también, dentro de la incógnita y la esperanza. Posiblemente, durante estos primeros meses, los días se nos sigan escapando de las manos sin poder hacer nada. 

Si hacemos un balance, casi durante todo el año la cosecha fue precaria. El año viejo fue malo, realmente malo. Los entendidos aseguran que las gráficas señalan que hoy se gana menos que hace dos años, que la pobreza, la frustración, la desesperanza y la ira, está contenida, y la vida se deteriora cotidianamente. En este año, el dinero no alcanzará para nada.

Aseguran que los mexicanos somos más, muchos más, y los empleos menos, muchos menos. Detrás de las sombras, está la búsqueda ansiosa de trabajo para llevar a la mesa el pan. Así como el remolino que arranca de la tierra la basura; el dinero es más escaso y cada día debemos más, mucho más.

El hombre único del poder en este país, promete mejorar la situación; pero su palabra ya la gastó él mismo en apenas dos años de su gobierno. Parece que su palabra ya no tiene filo para la esperanza. También nos asegura que en este año, el 2021, será el principio del repunte. Desgraciadamente estas mismas palabras las dijo cuando empezaba el año que terminó, y además, las dijo el año antepasado.

Todos sabemos que el año que empieza será esencialmente político. Desde hace algunas semanas empezaron los “destapes virtuales” a las diputaciones locales, federales, presidencias municipales y algunas gubernaturas. Cuando en realidad, eso se decidirá en los despachos, porque así lo marca una monstruosa costumbre donde los mexicanos la aceptamos con resignación. Así ha sido desde 1929 y así seguirá siendo.  

En esas listas ya se apuntan las dinastías. En unos días más conoceremos a los que dedearon. Este tipo de elección ya es liturgia incorporada a un manual.

Hace años, en nuestro país había un hombre que era toda institución, se llamaba Fidel Velázquez. Era quien tenía la misión de llevar desde los Pinos hasta el despacho del ungido, el recado imperial para decirle “tú fuiste el elegido”.

Hoy, ese hombre, se llama Andrés Manuel, quien no necesitara de personeros para dar la buena nueva al señalado, él mismo lo hará desde sus mañaneras.

Los próximos candidatos serán quienes representen la negociación prudente entre el dinero y el poder, y con la inteligencia de plastilina, podrán tener palabra, pero no decisión. Podrán ser los gobernantes, pero no gobernarán.

Estos candidatos, principalmente los de la 4T, saldrán a las calles, o tal vez, con la ayuda de los medios digitales harán campaña desde su casa. Desde cualquiera de estos lugares darán a conocer su primer testimonio de amor a su pueblo.

Este año que comenzó hace unas cuantas horas apenas, viene cargado de pandemia y de campañas políticas: esto anuncia malos tiempos.

Las vacunas pueden ser las rehenes electorales, además, podría ser cierto, porque el mismo gobierno sabe que se ha deteriorado la imagen de su mesías.

Seis meses nos esperan de frases políticas que escucharemos en todos los medios, las que al fin de cuentas, serán las de siempre: simples promesas.

El nuevo año no es anunciador de buenas nuevas. Definitivamente no se vislumbra nada bueno en el horizonte. Ahora sí podemos decir: “todo tiempo pasado fue mejor”.

 

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