El
secuestro del palacio de Juxtlahuaca, y las traiciones del líder
El
palacio municipal de Juxtlahuaca, fue tomado el 31 de diciembre del año pasado
(2018), a las 10 de la noche, por un reducido grupo encabezado por Rómulo Leyva
Acevedo y su hija Ave María, quien fuera candidata a la presidencia municipal
de esa población, en la última elección electoral.
La
candidatura de Ave María Leyva López, no prosperó porque no se separó del cargo
como regidora, 90 días antes de la fecha de la elección para ser postulada como
candidata a primer concejal. A unas horas de la jornada electoral, por mandato
del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, el PRI
tuvo que cambiar de candidata, y puso en ese lugar a la hermana menor, Caridad
del Carmen Leyva López.
Ave
María, es la de aquel autoatentado que publiqué el 11 de junio del 2018, y que
varios medios nacionales, después de conocer la verdad, desaparecieron su
información.
El
secuestro del palacio municipal es con el fin de lograr la sindicatura, cuando
el presidente municipal les ofreció las tres regidurías que le corresponden al
PRI: Salud, Educación, y Parques y jardines. La familia Leyva, no quiere otra
cosa más que la sindicatura, y si no se la dan, mantendrá secuestrado el
edificio.
Desde
el 31 diciembre, un grupo de 15 personas, quienes ahora se autodenominan Frente
de Resistencia Indígena Juxtlahuaca, tomaron el edificio. 24 días lo han tenido
en su poder, a pesar de que 51 agentes municipales le enviaron un documento al
gobernador Alejandro Murat, para que intervenga en la liberación del inmueble.
Juxtlahuaca
está conformada por 63 comunidades, de las cuales, 51 firmaron y sellaron el
documento enviado al gobernador. 6 de ellas pertenecen a la Unidad de Bienestar
Social de la Región Triqui (UBISORT), quienes simplemente se deslindan de la
toma del palacio. 4 comunidades más, pertenecen al Movimiento Unificador de
Lucha Triqui Independiente (MULTI), quienes se han mantenido al margen.
En
realidad, los secuestradores no son convencidos de ese movimiento, pues la
mayoría de los participantes (15) recibe por noche entre 100 a 150 pesos.
Si
hacemos cuentas, la familia Leyva, paga alrededor de 2 mil 820 pesos diarios. Y
si multiplicamos esta cantidad por el número de días que llevan allí plantados
(24), han pagado 67 mil 680 pesos. Eso sin tomar en cuenta las comidas, si es
que se las dan. Pero la pregunta es, ¿de dónde sale ese dinero para pagar un
capricho sólo por obtener la sindicatura?
Algunos
pobladores suponen que quien está financiando ese movimiento, es el diputado
local Arsenio Mejía, aunque otros aseguran, que quien le está inyectando
recursos, es el padrino de Ave María, Juan Díaz Pimentel, hasta hoy delegado del
IMSS en Oaxaca.
El
9 de este mes, el Presidente Municipal Nicolás Feria Romero, le presentó al
Gobernador el oficio firmado y sellado por los pueblos que lo respaldan.
Sin
embargo, el grupo encabezado por Rómulo Leyva, asegura que el documento es
falso, pues las firmas y sellos no son originales.
Otro
de los temas que enarbola el grupo, es que el presidente municipal no ha
entregado los ramos 28 y 33 desde su anterior administración. Además,
argumentan que, durante su segunda campaña a presidente municipal, regaló
camionetas robadas a algunas comunidades. Tal vez, Rómulo Leyva desconozca que
esas camionetas son de las recuperadas por la Fiscalía General del Estado de
Oaxaca, mismas que fueron donadas al ayuntamiento de Juxtlahuaca.
¿Quién
es Rómulo Leyva Acevedo?
Fue
presidente municipal de Juxtlahuaca de 1999 al 2001. Durante su trienio,
construyó la Unidad deportiva “José Murat”. En el proyecto original de esa unidad,
aparecen cuatro torres de iluminación, pero sólo colocó dos de ellas. Se quedó
con las otras dos, mismas que no quiso regresar ni colocar, ya que quien llegó
a gobernar los tres años siguientes fue el PRD, no el PRI. Ese fue su
berrinche, por eso, hasta la fecha, se encuentran las bases de concreto sin las
torres metálicas de alumbrado.
En
varias ocasiones, el gobernador de entonces, José Murat, volaba hasta
Juxtlahuaca para estar con él algunos fines de semana. Pero como Rómulo comenzó
a coquetear con otros partidos políticos, y, además, no fue reciproco en la
amistad, Pepe Murat se alejó definitivamente de él.
En
las candidaturas municipales últimas, el candidato mejor posicionado del
Revolucionario Institucional, era Víctor Leyva Acevedo, hermano de Rómulo, pero
este último le quitó la candidatura a su hermano y se la entregó a su hija Ave
María.
Ave
María, se integra en la primera administración de Nicolás Feria Romero, como
Regidora de Asuntos indígenas. De esa responsabilidad, como se mencionó líneas
arriba, busca a través de su papá, la presidencia municipal, pero no mete su
licencia a tiempo. A pesar de saber que estaban violentando la ley, presentan
su inconformidad ante el tribunal regional de Xalapa, y pierden. Entonces se
dirigen al Tribunal Federal Electoral de la CDMX, y vuelven a perder. Ante
estos fracasos, idean la toma del palacio municipal para que el presidente
electo, por segunda ocasión, no tome posesión. Parece que lo que pretendía este
grupo, el 1 de enero, era provocar un enfrentamiento físico y dividir al
pueblo. Afortunadamente no se llegó a eso.
El
8 de enero fue acreditado Feria Romero y su cabildo por la Secretaría General
de Gobierno en la ciudad de Oaxaca.
Pero
lo relatado hasta aquí no es tan grave, lo grave es la traición que este hombre
le ha hecho al pueblo de Juxtlahuaca.
Lo
que hizo este señor durante su periodo de gobierno municipal, no solo mancilló
el honor y el buen nombre de las familias de Juxtlahuaca, sino, además, las
echó al bote de la basura. Me explico:
En
1883, el pueblo de Juxtlahuaca, a través de sus autoridades, decidieron comprar
un rancho de nombre "Los aguacates, y planes grandes" hoy conocido
como "San José Buenavista". Ese rancho tiene una extensión de 2 mil
hectáreas, por el que pagaron mil 800 pesos.
En
el año de 1879, las autoridades de entonces, encabezadas por Manuel Tello, dan
a conocer la lista de las personas que cooperaron para reunir los recursos en
la compra del rancho en mención. Mil 800 pesos no era fácil reunirlos. Con
mucho esfuerzo, hubo familias que cooperaron desde 25 centavos. Los más
pudientes de la época, como la hacienda Beyrán, aportó 675 pesos.
Según
por la lista que tengo en la mano, a la dueña se le pagó en partes, y además,
con intereses.
2
mil hectáreas equivalen a 20 km cuadrados. Esos terrenos colindan con
Tlacotepec Nieves. Seguramente, dentro de esta extensión de tierra cabrían dos
Juxtlahuacas, o más.
Ese
lugar se compró para que la misma gente de Juxtlahuaca, sembrara, tuviera
animales, y entre todos, habría un beneficio de prosperidad para la comunidad.
Cuando
los mismos juxtlahuaqueños llevaron al poder a Rómulo Leyva, la maldición se
posesionó del lugar por tres largos años.
Sin
ninguna autorización del pueblo, sin ninguna sesión de cabildo de por medio,
este presidente, decidió por cuenta propia, donar a Bienes Comunales, el
patrimonio que con tanto esfuerzo los originarios de ese lugar lograron pagar
en su totalidad.
Al
regalar toda esa extensión de tierra, el Presidente Rómulo Leyva, le puso una
condición a Bienes Comunales: que le dieran arena y grava de por vida. A eso se
le llama abuso.
Así
pues, de una decisión despótica, el pueblo de Juxtlahuaca perdió parte de su
historia, de su honor, de su amor familiar a su tierra, y de su orgullo. El
pueblo se quedó prácticamente sin aquella historia que los abuelos contaron
como un logro de lucha económica.
Después
de conocer esta historia, Romulo, no tiene ningún derecho de encabezar nada por
Juxtlahuaca, pues en repetidas ocasiones ha traicionado al pueblo donde nacieron
sus hijos. Él no puede hablar de honestidad ni de respeto ni de amor ni de
libertad ni de justicia, mucho menos de paz.
Sus
seguidores tal vez desconozcan esta parte de su historia, o tal vez, también,
sean exactamente igual que él.
Cómo
se atreve a acusar y a hacer marchas para señalar a un bar que está a un
costado del parque, donde según él no se paga la luz ni renta sólo porque es del
presidente. Bien parece que él mismo está lleno de mentiras.
Hace
días, Rómulo Leyva, fue citado por la Secretaría General de Gobierno, en la
ciudad de Oaxaca, donde se le dijo que dejara el edificio, y que, si quería
negociar, que primero lavará el inmueble, y luego, retire todas las demandas en
contra de los funcionarios municipales, de lo contrario, se le acusará como
introductor de armas y municiones de alto poder en aquella zona. Parece que lo
tienen bien vigilado.
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Horacio corro
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