Día
Internacional de la Mujer
Ayer,
tuve la oportunidad de desayunar con don Ángel Espinosa Llaguno, decano de la
radio en Oaxaca, y con mi amigo periodista Raúl Franco Villalvazo, quienes
aseguraban que mucho de lo publicado en las redes sociales es aberrante, y lo
peor, que la mayoría de los lectores lo cree.
Las
redes son sitios donde vas a encontrar todo tipo de información pero su exactitud
casi es al contrario, principalmente en Facebook.
A
muchos les gusta entrar al Facebook porque les divierte, pero otros dicen que
no los edifica. Y los que buscan información en ese medio aseguran no
encontrarla porque no tiene opciones para hallarla.
Para no
ir muy lejos, decía don Ángel, por ejemplo, lo que hoy está corriendo en las
redes sociales con motivo del Día Internacional de la Mujer. Efectivamente,
muchos se dedicaron ayer a enviar felicitaciones a toda mujer por el simple
hecho de ser mujeres. Pero ayer no se trató de un festejo, sino de una
conmemoración. Entre una cosa y otra hay mucha diferencia.
Ahí
estaban participando muchos, entre ellos algunos servidores públicos de medio
pelo, que con sus felicitaciones demostraron su poco interés en informarse de qué
se trata el Día Internacional de la Mujer.
En
redes sociales se posicionaron diferentes etiquetas como #NoMeFelicites, para
que la gente entendiera cuál es el origen de las luchas feministas de
principios del Siglo XX y para que todos vean los problemas de género que estamos
viviendo.
Sin
embargo, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, con motivo de este tema dijo:
“Concluyo mi intervención reiterando mi felicitación.”(…) “si no la felicitamos
en el Día Internacional de la Mujer me parecería un contrasentido.”
Y más
adelante ratificó su dicho: “Claro que hay que felicitar a las mujeres, claro
que hay que reconocerles. Naciones Unidas por algún motivo estableció hace 40
años el Día Internacional de la Mujer, y estoy seguro que lo hizo a partir de
reconocer una condición de injusticia que había para las mujeres del mundo,
donde no tenían los mismos espacios, ni reconocimiento a los mismos derechos
que tenían los hombres”.
No cabe
duda que sus mismas palabras trataron de ocultar las miles de denuncias que
existen por las mujeres asesinadas, las que han sido violentadas con resultados
funestos.
Con sus
palabras trató de ocultar la denuncia ante las autoridades quienes no se inmutan
por el maltrato a la mujer. Ayer fue un día para gritar por indignación.
Las
palabras de Peña Nieto no tuvieron un compromiso para que se elimine toda forma
de discriminación y violencia, especialmente contra las mujeres.
De su parte fueron palabras
huecas sin ninguna esperanza para nadie. Las mujeres están hartas de violencia
física, económica, verbal y moral contra ellas. La mujer busca que los
gobiernos del mundo resuelvan problemas de seguridad, acceso a la atención médica,
que se establezcan fuertes sanciones legales a criminales en caso de violación
y violencia en el hogar y todo tipo de crimen de género.
Ayer se escribieron muchas líneas
sobre el Día Internacional de la Mujer y aún con ellas, muchos siguieron
demostrando su desinterés en el tema, pues durante el día se dedicaron a mandar
flores y corazoncitos a las mujeres, en vez de enviar indignaciones.
Tenemos que hablar todos los días
de las mujeres en lucha, de las que buscan el cambio de la sociedad. Ellas son
el ejemplo que con decisión van en defensa de su hogar y del país. No solo el
día de ayer debemos ver estadísticas o la realidad de desigualdad y violencia
que vive la mujer cada día. Esto es un problema de todos.
Si quieres festejar a la mujer
hay muchos días por delante: está el día de la madre, el de la secretaria, el de
la niña, de la compañera y otros tantos. Si de veras quieres festejar a la
mujer, hazlo todos los días, pero también en tu casa.
Twitter: @horaciocorro
Facebook:
Horacio Corro
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