Menú principal

lunes, 21 de febrero de 2022

Haz patria, mata a un (periodista)

Seguramente se han de acordar ustedes de aquella frase: “Haz patria, mata un chilango”. También se han de acordar del sismo de 1985, cuando cientos de capitalinos se mudaron hacia distintos estados del país en busca de una nueva vida. 

Muchos se fueron a Jalisco, donde causaron bastantes molestias a los residentes, ya que alteraron su ritmo de vida.

A partir de esos cambios de residencia, comenzaron a salir chistes y frases contra los habitantes de la ciudad de México; una de ellas fue “haz patria, mata un chilango”. Esto significó para muchos censurar la cultura capitalina. En una escuela primaria de Hermosillo, Sonora, mataron a golpes a un niño originario del entonces Distrito Federal. Ante eso nadie dijo nada. Los diarios estatales y nacionales ignoraron el infanticidio y la xenofobia.

La frase contra los chilangos creó en mucha gente una discriminación violenta hacia quienes consideraban como diferentes o peligrosos.

Les relato esto como ejemplo de lo que han causado las palabras del presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, contra los periodistas de todo el país. Todas las mañanas hablar en contra de los periodistas, es como las pintas que se veían en las paredes de muchos edificios en contra de los chilangos. Hoy no se trata de matar a un chilango, sino a un periodista. El poder de las palabras del presidente se han hecho tangibles.

Calificar a los periodistas todos los días como viles, mafia, golpeadores, hampa del periodismo, chayoteros, prensa fifí, son de lo peor, maiceados, conservadores, deshonestos, hipócritas y otro montón de insultos, sus seguidores lo toman como parte de las reglas morales de la 4T.

Ante la ofensiva diaria de López Obrador contra la prensa, los organismos internacionales tienen puestos los ojos sobre nuestro país. Gracias a esa acometida mañanera, México se ha convertido en el país más peligroso para ejercer el oficio.

Como López Obrador es un hombre de ocurrencias, un día se le prendió el foco para hacer un espacio de “las mentiras de la semana”. Desde ahí, una mujer que no sabe leer, como lo afirmó Obrador, hace ataques individualizados, lo que multiplica el odio hacia los medios.

Todos los días en las mañaneras, Obrador atenta contra la libertad de expresión, y contra los periodistas de manera directa.

Como el gobierno de la 4T no haya como parar la verdad sobre la ineptitud de este gobierno, prefiere decir que la prensa miente, que se prostituye, que es sicaria, entre otras ofensas, y con ello predispone a sus seguidores para que estos vean a los periodistas como peligrosos y… los maten. Cinco periodistas han sido asesinados en nuestro país en este año.

Obrador sabe que al picar piedra todos los días, llegará el momento que afectará la libertad de expresión, la pluralidad mediática y el derecho a informar y ser informado.

Los periodistas ya comenzamos a manifestarnos casi en todo el país, ante su abuso de poder. Él no va a parar con su intimidación, hasta que llegue al corazón de todas las libertades civiles que es la libertad de expresión.

Va a ser muy difícil que el presidente reconozca que con sus palabras está afectando a la libertad de expresión. Si los periodistas no logramos nada, usted, que nos lee todos los días, usted que nos escucha o que nos ve, también perderá el derecho a informarse y ser informado.

No sólo Obrador está luchando contra los medios, también muchos gobernadores, a quienes poco les importa los riesgos que corre un reportero. En nuestra entidad, lo que diga Murat en favor de los comunicadores, será difícil de creerle.

 

https://bio.cgmarketing.mx/horaciocorro/

jueves, 17 de febrero de 2022

Quién se cree que es Pablo Crespo de la Concha

Cuando se enferma la mente de un individuo, pero principalmente la de un funcionario, también puede enfermar la mente de su sociedad. Por ejemplo, si esta persona, si este funcionario es adicto al alcohol o a la pornografía, etcétera, puede contagiar a su colectivo también.

Este personaje de mente enferma, regularmente se aferra a sus creencias y
descalifica, sin más, a quien lo contradiga porque siempre cree ser el único que posee la verdad absoluta y, por lo tanto, trata de imponerla a como dé lugar.

Sin darse cuenta, adquiere ciertas normas, valores, hábitos de pensar o de actuar, y a quienes dirige sus palabras o discursos, provoca sufrimiento, dolencia y puede que, hasta la muerte, sin que éste tenga conciencia de su naturaleza patológica.

El psicólogo francés Pierre Weil, le da el nombre a este caso de “normosis”. La normosis es un conjunto de normas que se ajustan a la realidad social como la “patriarcal”, que “invisibiliza” o “descalifica” lo femenino, y trata de someterlo a la fuerza desde su errónea interpretación de lo masculino.

La normosis patriarcal se basan en la violencia de género y esto le permite reproducir una y otra vez injusticias y discriminación.

Supongo que en este punto del texto muchos están viendo a Pablo Crespo de la Concha, el Regidor de seguridad pública y movilidad urbana, quien, desde las sesiones ordinarias y extraordinarias de cabildo del ayuntamiento de Huajuapan de León, ha emitido una serie de definiciones en contra de las regidoras, principalmente.

Crespo de la Concha, dijo, por ejemplo, que los síndicos no tienen la calidad para emitir resoluciones porque carecen de cédula profesional de abogados. Con esta manifestación, el regidor destila superioridad sobre cualquiera que emita una opinión si no ha pasado antes por una carrera afín al derecho.

En estas palabras casi casi les dijo “burros” a los síndicos integrantes de la Comisión de reglamentos por no tener cédula de abogados, y además, calificó a la Comisión “todopoderosa”. Aquí volvió a remarcar su superioridad frente a ellos.

Pero lo que son las cosas, en la anterior administración municipal, la de Juanita Cruz Cruz, él, como síndico, nunca se atrevió a llamar a la presidenta “incapaz” o “tonta” por no contar con ningún título profesional a pesar de que ella firmaba documentos con el título de “licenciada”. Pero lo que hacía el entonces exsíndico, después de la participación de cada regidor, le explicaba a la presidenta, con manzanitas a lo que acababa de decir el participante.

El 11 de este mes de febrero, en sesión extraordinaria de cabildo, Pablo Crespo abandonó la sala bajo el argumento de que el tema que se estaba tratando no era un asunto urgente, y que se sentía agraviado porque los concejales no sabían conducir la sesión (siempre su superioridad frente a todos), y que, por tal motivo, él y su compañera María de los Ángeles Abad, abandonaban la reunión. Ni siquiera le dio oportunidad a ella de expresar sus motivos de su retiro. Lo que hizo Pablo, fue levantarla de su silla, y sacarla de la sala. Eso fue violencia de género. Pero que tal, se demostró asimismo que ella tiene que hacer lo que él le mande.

No recuerdo ningún otro caso en la entidad oaxaqueña, donde los regidores, por mayoría, hayan firmado contra uno de los integrantes del cabildo por ejercer violencia de género. Si no hubiera sido por el trabajo de la Regidora de derechos humanos igualdad de género y participación ciudadana, Gloria Naxhiely Estrada Bautista, no nos hubiéramos enterado de lo que sucede al interior de ese ayuntamiento.

No vaya decir alguien por ahí, que lo sucedido en esas sesiones ha sido un caso aislado. Muchos han de recordar cuando en la administración pasada, Pablo Crespo, aseguró que de las familias disfuncionales salen los delincuentes. Que ingerir bebidas embriagantes comienza a florecer la delincuencia. Que en los cinturones de miseria es donde se dedican a los actos vandálicos. Así, este regidor trae la violencia, su normosis, a flor de piel.

 

https://bio.cgmarketing.mx/horaciocorro/