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jueves, 30 de mayo de 2019

LOS LIDERAZGOS


A veces nos hacemos muchas preguntas alrededor del liderazgo, y nuestras preguntas van desde ¿se puede fabricar un líder?, hasta ¿el gobernante es un líder? 
Un líder, es aquella persona que es capaz de hacer que los otros le crean y, además, hagan lo que éste les dice, sobre todo, que lo sigan, lo apoyen, se entreguen a él sin condiciones a todas y cada una de sus causas. Lo sorprendente, es que todos sus seguidores ejecutan con auténtica convicción cada una de sus instrucciones.
Ese líder puede ser una persona aparentemente amable para ser amado. Con esta característica, las personas le entregan con facilidad el corazón.
Hay que recordar que la mayoría de las decisiones las hacemos basados en sentimientos, no en pensamientos.
La inteligencia emocional es la que toma las decisiones más rápidamente y a veces, con más certeza. En cambio, la inteligencia racional necesita generalmente de más información. Necesita conocer los pros y contras de cualquier situación, por lo tanto, requerirá de más tiempo para la reflexión y el análisis.
El panorama de los líderes a nivel mundial se ve bastante pobre, pues una cosa es ser gobernante y ocupar un puesto de poder, y otra es ser un verdadero líder. Son cosas muy distintas. Un grupo puede obedecer simplemente porque quien lo ordena es el que manda, el que paga; y otro grupo, puede hacer las cosas por iniciativa propia, por la razón de servir de corazón al líder, claro, dentro de las propuestas y visiones del mismo líder.
En el primer ejemplo, el comportamiento se dará por obligación; en el otro, por convicción. Es una gran diferencia, ¿verdad?
Si hiciéramos un recuento del número de líderes que conocemos en el panorama político, empresarial, artístico o deportivo, casi no vamos a reconocer a muchos. Me gustaría que escribieras algunos nombres de ellos. ¿Recuerdas alguno? ¿Verdad que está difícil? Es que el liderazgo se construye con una base de credibilidad. Aunque hay muchos que construyen su credibilidad después de cierto camino recorrido. Pero eso no sirve de mucho porque la base, su imagen inicial, está podrida, y con el tiempo se va a caer.
Para la credibilidad se necesita que esa persona, haga una mezcla de coherencia, pensamiento, palabra y actos, de otra manera no tendrá calidad moral.
Un líder, para ser líder, necesita, además, otros requisitos: Debe ser percibido como humano, lo que significa que los demás lo sientan como una persona que tiene necesidad de ayudar. Porque hay muchos que sólo quieren, y en eso se quedan.
El verdadero líder se guarda para sí mismo. No busca explotar su imagen de manera oportunista y convenenciera para conseguir una posición de poder.
El otro líder, curiosamente, se siente líder, sólo porque salió una o dos veces en tele, prensa o en radio. Ellos creen que esos medios los hace merecedores de llamarse líderes.
Muchos de esos “lideres”, por haber aparecido en una lona a lado de su líder, se dicen auténticos líderes. Por esas creencias, nuestro país no tiene liderazgos.
López Obrador, por ejemplo, es un auténtico líder de la publicidad. Ese lugar nadie se lo puede quitar.

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domingo, 26 de mayo de 2019

El verdadero dueño del poder en Huajuapan

Como sabemos, casi en todas partes del mundo, está alguien atrás del trono. Puede ser la esposa, el esposo, la amante, o los amigos con derecho de picaporte. Algunos de estos, son los que muchas veces toman el mando en distintas esferas de gobierno. 
Huajuapan no es la excepción. Alguien está atrás de la Presidenta municipal, Juanita Cruz Cruz. Y en este caso específico, es su esposo: Pedro Silva Salazar, además, la hermana de la presidenta: Elda Erica.
Estas dos personas son las que deciden sobre lo que se tiene que hacer en la presidencia, o lo que se tiene que presentar y decidir en cabildo.
Desde luego que no todos los regidores de esta administración tienen la libertad de tomar cualquier decisión, supuestamente “propia”, si primeramente no pasa por las manos del esposo de la presidenta, para que posteriormente pueda presentarse en cabildo para su aprobación.
Por ejemplo. El Regidor de Infraestructura, ordenamiento territorial y urbano, Martín Bernardo Mora Solano, le informó al cabildo que había iniciado los trabajos de demolición de lo que fue el reclusorio regional de Huajuapan.
Así, con ese breve informe, les dijo que, casi casi, por sus pantalones, había tomado esa decisión.
Desde luego que esa disposición fue tomada por alguien, ustedes ya se imaginarán de dónde salió la orden. Pero hacer los trabajos sin la autorización del cabildo, sin proyecto alguno, sin mostrar costos, metas ni licitación, es porque la orden la hizo directamente Pedro Silva Salazar, el esposo de la presidenta.
La demolición de lo que fue el reclusorio y la construcción de nuevas oficinas significan dinero, eso nadie lo duda. La pregunta es: ¿A quién está beneficiando esta obra? ¿Qué constructora está a cargo? Como esta ejecución apenas si se asomó en cabildo, nadie va a saber nada de la danza de esos billetes.
Cuando concluyan ese trabajo, los regidores se dirán sorprendidos, no por el silencio que ellos mismos guardaron, sino porque alguien, con su barita mágica hizo aparecer las nuevas instalaciones para los funcionarios municipales.
Pero el poder del esposo de la presidenta también llega a otras esferas. Me explico. Algunos ediles, para quedar bien con el primer caballero del municipio, le envían a éste, la gente apurada para que, desde sus oficinas de la calle Trujano, les resuelva el asuntito.
El funcionario que más veces ha remitido a los ciudadanos con determinadas necesidades, ha sido el Síndico Municipal, Pablo Crespo de la Concha. Así pues, el mismo Síndico, con tal de quedar bien, con tal de congraciarse, suelta su autoridad y se la delega al esposo de la presidenta.
Juanita Cruz, no realizó su informe a los 100 días de su gobierno, sino después de los 120, donde explicó para qué sirve cada una de las áreas de su administración. Lo que no expresó de sus cabildos, es que se han convertido en halagos y regalitos de algunos ciudadanos como agradecimiento a su “trabajo” (aunque los que han cumplido con su encomienda, solo han sido dos o tres ediles). Tampoco agradeció a su interprete Pablo Crespo, quien después de cada participación en las sesiones de cabildo, éste, le desmenuza a la presidenta lo que quiso decir el regidor fulano o zutano.
Entonces, ¿qué informó Juanita? ¿Qué Pedro, su esposo, es el único que puede decir quién se queda o quién es despedido del trabajo municipal? No. Nada de esto.
El poder que tiene Pedro en la administración de su esposa, es suficiente y bastante como para despedir al personal cuando a este se le ocurra. Por ejemplo, 24 días después de haber iniciado este gobierno, el primer caballero del municipio, despidió a la primera trabajadora del ayuntamiento.
Después de esta muestra de poder, los trabajadores andan derechitos para no ser corridos. Al primer tronido de dedos, todos tratan de satisfacer los caprichos del “jefe Pedro”.
A los que le han cumplido a medias, les advierte: “Si quieres estar con nosotros, debes hacer todo lo que yo te diga”. “Nosotros no llegamos a la presidencia por tres años, sino por 12, eso quiero que lo entiendas bien”, les asegura.
Los que llegan a su oficina a pedirle trabajo para la presidencia municipal, les hace comprometerse a que, de entrar, hagan todo lo que él les ordene. La obediencia debe ser hacia él, a nadie más, a excepción de su cuñada, claro. Si los contratados están dispuestos a hacer todo lo que él les pida, les garantiza tener trabajo durante doce años.
Desde hace años, la familia de Pedro Silva Salazar, ha ejercido un cacicazgo político. Se han heredado los cargos entre su familia.
Pedro ha sido diputado federal, diputado local, dirigente del PRD, y Secretario del transporte dentro del gobierno de Gabino Cué. Su esposa, la hoy presidenta municipal de Huajuapan, ha sido diputada local en dos ocasiones, y diputada federal.
Después de ocupar cargos repetidamente, incorporaron a la hermana de Juanita para que todo siguiera quedando en familia.
La obsesión de Pedro es el poder, pues en algunas ocasiones le ha dicho a la gente: “nuestro proyecto de negocio…” y luego corrige “digo, nuestro proyecto de gobierno es de 10 años”.
Silva Salazar, sigue contratando desde sus oficinas de la UCD, a gente que estuvo en la administración pasada, la de Martin Aguirre, para que esa gente le cubra ciertas áreas que le son de su interés.
Tan dispuestos están estas personas por quedar bien con el primer caballero del municipio, que han salido a la calle en compañía de algunos elementos de la policía municipal, para amedrentar a algunos empresarios con el pretexto de que con sus actividades violan el reglamento municipal. Por desarrollar este tipo de actividades soberbias, han descuidado los lugares verdaderamente peligrosos.
Ese es el nivel de la cuarta transformación municipal: creer que valen por sí mismos. Y todavía, Silva Salazar, le presume a los que van a pedirle algún favor: “Mira la fila de sillas ocupadas por gente que quiere trabajar en el ayuntamiento. Son gente de Martín Aguirre y de Luis de Guadalupe. Pero que esperen, si quieren, porque tengo mucho trabajo”.
El gobierno municipal de Juanita Cruz, ha sido señalado como un gobierno que ha colocado a los familiares de ella y de él. Pero en este tema ella ha dicho que “el nepotismo es según como se le quiera ver”.

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viernes, 24 de mayo de 2019

Amar y aguantar


Ella tiene 25 años, siete de casada. Dos hijos, uno de 5 años y otro de 4. Ella vivía bien, tenía coche, viajes, buena ropa, casa propia, tarjetas de crédito, pero le faltaba algo, poseer orgullo. Era algo que había perdido a los pocos meses de casada. 
Un día conoció a él y al poco tiempo se casó a pesar de la negativa de sus padres. Ella dijo que valía más el amor que las lágrimas falsas de la familia.
El, de esos meros machos, machos oaxaqueños, se dedicaba a la fabricación de ropa. Ella, al conocerlo, al ver que tenía una posición más o menos desahogada, lo endiosó, lo idealizó y lo comenzó a admirar por su audacia en los negocios porque, decía, era un hombre culto.
Los primeros días de matrimonio fueron de felicidad, pero poco a poco él fue sacando lo más negro de su ser. Todo comenzó por los celos. Le controlaba hasta la mirada. En los restaurantes prefería sentarse de cara a la pared, para no voltear a ver a nadie, pues inmediatamente le empezaba a agredir: "Qué, ¿te gustó ese tipo? ¡pues vete con el! ¿qué esperas?, le decía.
Con la increíble actitud de él, ella se fue quedando sola, sin amigas, sin familia, y aislada de la sociedad.
Todo el día la controlaba por teléfono, o llegaba a media mañana para ver con quién estaba o qué estaba haciendo. Sus celos llegaron a tal extremo, que cuando dio a luz, él se presentó hasta el otro día y la bajó de la cama a patadas porque, según, ella se había acostado con el doctor.
De los malos tratos siempre estuvieron enterados sus padres y sus suegros, pero nunca hicieron nada.
Un día, ella le dio una mala contestación, eso bastó para que él la golpeara hasta reventarle la nariz. Ella se enconchó para proteger su estómago y no le hiciera daño al bebé. Cuando calmó su furia le dijo: "Ya ves lo que provocas. Tu eres la culpable, tú hiciste que te pegara". Luego la abrazó y la besó y la indemnizó con un viaje a Puebla para olvidar todo lo sucedido.
Después del nacimiento de su segundo hijo, ella hizo todo lo posible para que las cosas cambiaran: Trató de no hacerlo enojar, pero todo fue inútil, con nada estaba contento. Después de las agresiones físicas siguieron las psicológicas. A cada rato le decía: es que tú no te quieres dar cuenta que estás loca; de veras, estás loca. Si yo te he aguantado es porque te quiero, pero reconócelo, estás loca”.
Ella comenzó a sentirse loca, y por toda esa carga emocional, ya le daba vergüenza mirar a sus hijos.
Llegó a tal grado la situación que ella ya no sabía qué le gustaba, sino lo que le gustaba a él: qué le gusta comer, vestir, hacer, ver. Ella perdió todo su valor porque siempre él le criticó su forma de vestir, de caminar, de hablar, etc. Así es como ella fue perdiendo su personalidad y voluntad.
Todo lo que le sucedía no podía contárselo a nadie, no podía desahogarse con nadie por eso arremetía contra los hijos. Con ellos aliviaba la rabia que sentía por dentro.
Pero un día reaccionó y dejó todo, hasta los hijos. Afortunadamente alguien la ayudó. Ahora piensa salir adelante, recuperar lo que por ley le pertenece, tener un lugar seguro dónde ir, y volver a tener a lo más importante para ella: sus hijos, a los que tanto agredió. "Porque tú no sabes, dijo esta mujer, lo que es aguantar todos esos malos tratos y malos ratos, y soportar la humillación de los golpes.

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martes, 21 de mayo de 2019

Las jarcierías



https://informativo6y7.mx/las-jarcierias-2/

Una pregunta, ¿cuántas jarcierías conoces? Por cierto, ya hay muy pocas. Las jarcierías son un lugar comercial en el ramo de objetos de fibra, cables y tejidos. Bueno, por lo menos así eran antes.  

Una jarciería está llena de objetos. Su nombre les viene por las jarcias. Las jarcias eran unas cuerdas que años atrás se elaboraban con la fibra de las pencas del agave lechuguilla. Estas cuerdas eran de un color verde pálido, con una textura áspera, pero muy resistente.
La fibra obtenida de la lechuguilla es el llamado “ixtle”, que se usaba también para la fabricación de bolsas, costales, cepillos, escobetas, gamarras, garabatos, tenates, barcinas, suaderos, fustes, cinchas y mecapales.
Hace muchos años, las jarcierías tenían a la venta cuerdas, bolsas, costales, tapetes e hilo de henequén y lechuguilla, y además, implementos para el arreo de las bestias de carga. Entre estos utensilios estaban las cinchas burreras y muleras, que son unos tejidos o cintas anchas de henequén con unas lanzaderas en ambos extremos para apretar la montura.
También estaban los garabatos, estos son parecidos a los anteriores, solo que más cortos, y en uno de sus extremos tienen un pedazo de madera en forma de gancho para atorar la cincha. Otros objetos de este tipo eran los suaderos o cocos, era una especie de colchón o tapete hecho de la corteza del coco, que se le echaba encima del aparejo para que la silla no maltrate el lomo del animal. Allí mismo se vendían las gamarras o bozales, y cuerdas para la rienda.
Pasaron los años, y en las jarcierías fueron incorporando mercancía relacionadas con la limpieza. Muchos de estos artículos son también elaborados con diferentes fibras naturales como la raíz de zacatón. Con los zacatones se elaboraban las escobas, escobetillas y cepillos.
Allí también se encontraban las escobas de cambray, de palma, de popote, de coco, de brezo y de mijo. Allí estaban las canastas, tortilleros, mechudos, plumeros de gallo, pollo y guajolote. Jaulas de carrizo y de metal, cepillos de cerda natural y artículos de madera como molinillos, rodillos, cucharas salseras, tablitas para picar alimentos y pinzas para tendedero. También se venden piedra y polvo pomex, costales carboneros, y mantas catreras. Petates, sopladores, chundes, que ahora se les conoce como canastos. Jergas y franelas.
Para los que se preocupan por la belleza física, en la jarciería se puede encontrar el “xixi” o “xitle”, que es la primera fibra que se obtiene de la raspa de las pencas de la lechuguilla, y que se utiliza para abrillantar desde pisos y mosaicos hasta, que creen, el cabello.
La lista de productos que se expenden en las jarcierías se calcula en más de 2000. La jarciería es una empresa netamente artesanal. Casi todo se hace a mano, y casi todo sale de las manos de los campesinos mexicanos.
Mucha gente cree, que lo que se venden las jarcierías es una cosa decorativa o de lujo. El hacer una escobeta a mano, el hacer un plomero, un anafre de lámina, un molinillo de madera, eso es una artesanía.
La jarcierías se abastecen o se abastecían principalmente de fibras naturales, aunque por falta de este material natural se comenzaron a vender artículos de fibras sintéticas y plásticos. 


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viernes, 17 de mayo de 2019

Morales Niño y su quijada de burro


https://informativo6y7.mx/morales-nino-y-su-quijada-de-burro-2/

En política para algunos cuenta la audacia, para otros, la suerte, y para otros más, aprovechar la sombra del jefe, y si no lo creen, pregúntenle al presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de diputados de las 64 Legislatura, César Morales Niño.
Morales salió de la nada. Era un oscuro reportero, por cierto, con muy mala redacción, pero con suerte, porque se encontró a un político que se dejó engañar por su ignorancia, también en la redacción. Así fue como el Diputado federal Benjamín Robles Montoya, se lo jaló para que le cargara la maleta. Esa fue su chamba durante varios años.
Seguramente, Robles Montoya fue tan agradecido con esta persona, que después de ocuparlo como su vocero, lo anotó como candidato a la diputación local por el distrito 05, con cabecera en Asunción Nochixtlán.
Todos sabemos que en política es importante tener fondos, dinero para hacer campañas y comprar votos, mover agrupaciones y sindicatos, así es la democracia mexicana. Morales Niño no contaba con nada de esto, simplemente fue puesto en la lista como relleno, y ganó por la imagen de ya saben quién.
Las ofensas que ha ofrecido una y otra vez este diputado, le vienen de su jefe Montoya. Este último, en una ocasión invitó a almorzar a unos reporteros, a quienes les dijo que pidieran lo que quisieran. A una reportera se le ocurrió pedir carne, y cuando el entonces Senador con licencia recibió la cuenta, le preguntó a la compañera: “oye, ¿así comes todos los días en tu casa?”
La poca cabecita del diputado local Niño, seguramente ha de creer que actuar como lo hacía su jefe, es bueno, por eso hoy se le hace fácil insultar a las mujeres, a los medios de comunicación, a las embarazadas, a pueblos indígenas, y ahora a los abogados en general.
Ignorante, primitivo, altanero y escasamente cauteloso, ha querido emular a su jefe, pero lo ha rebasado en mucho, porque sus palabras se han convertido en campo de batalla, donde él solito, sin ayuda de nadie más, ha matado a miles de “filisteos”, algo así como lo hizo Sansón, con aquella quijada de burro.
Este señor ha ido de escándalo en escándalo. Hoy los abogados le exigen que presente una disculpa pública, y que si no lo hacía en 24 horas, tomarían otras medidas. Lo cierto es que ya van más de 48 horas, y según mis cálculos, el diputado local no lo hará.
Con esto, lo que puede suceder, es que la gente se enoje, y por lo mismo, expresen groserías y palabras altisonantes hacia él. Pero después, cuando pase la indignación, comenzarán a hacer bromas, chistes y memes, que disminuirán el daño. Ni modo, así somos los mexicanos. Al rato saldrá otro escándalo y asunto resuelto.
Los políticos hacen mofa de los ciudadanos con frases que confunden hasta el más letrado. Saben que el tiempo está de su lado, y sus agresiones o diferencias contra la ciudadanía serán olvidadas.
Como seguramente el presidente de la Mesa Directiva no hará lo que los abogados pretenden, éstos cargarán su medallita de “ruines”, “estafadores”, “saqueadores” y “mentirosos”, hasta que el tiempo olvide la insolencia.
No sé si los abogados ya hayan solicitado la destitución de César Morales, como presidente de la Mesa Directiva del Congreso local, e iniciarle juicio político y declararlo persona non grata. Pero sea lo que sea, como el legislador del Partido del Trabajo se saldrá con la suya por soberbio, sugiero que mejor presenten una iniciativa para que lo sometan a pruebas psicológicas porque de plano, no le intelige a nada. 

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miércoles, 15 de mayo de 2019

 Otro Día del maestro


“Ese oso se asea así, ese es mi oso”. ¿Se acuerdan? ¿Y de esta otra? “Pe­pe pisa la pelota, Lupe se la pasa a Luis, la pelota salta alto, la pelota es de todos”. 
Yo creo que las primeras lecturas de nuestra vida nunca las vamos a olvidar. Estas lecciones se encontraban en los libros de primero de primaria. Cada una de estas lecciones estaban llenas de color, y hasta de olor, porque, ¿quién no recuerda el aroma a lapicito mojado en el salón de clases?
El primer libro de nuestra vida, seguramente fue el de primaria, y lo llegamos a conocer de cabo a rabo. Frente a ese libro nos pasamos muchas horas del día. De sus páginas emergían edificios, soles, nubes, ríos, en fin.
¿Y quién fue el maestro que nos enseño a leer y a escri­bir? Seguramente a él o a ella no los hemos olvidado.
Yo recuerdo mucho a la maestra que me enseñó a conocer el valor de cada signo para poder leer y escribir. Ella se llamaba Anita Guzmán. A ella nunca la vi como a una maestra, sino como a una mujer que nos quería mucho, y de vez en cuando nos jalaba las orejas, pero hasta ahí.
A veces me pongo a pensar que sí me hubiera tocado tener otro maestro ¿hoy sería yo un devoto a la lectura y a la escritura? No lo sé, pero supongo que algo tiene que ver en nuestra vida ese primer maestro que te enseña las primeras letras o los primeros números.
Tuve otros maestros que aún los recuerdo. Tuve uno que nos relató la historia nacional y nos enseñó amar a nuestra patria. Con él estaré agradecido siempre. También, voy agradecerle a quien se preocupó por nuestra salud, a quien nos motivó nuestro futuro con su ejemplo.
          A esos vamos a recordar siempre, toda la vida, y de ellos vamos a platicarle a nuestros hijos.
          Así fueron los maestros que me tocaron. Eran personas esforzadas, disciplinadas, con buenos y malos ratos, pero dentro de todo esto había mucho sacrificio personal. De ellos recibí mucho, y no creo que lo hayan hecho con un interés.
            Esos maestros merecen nuestro recuerdo, todo nuestro reconocimiento y cariño porque ellos fueron los que me educaron, es decir, fueron los que me impulsaron a ser una mejor persona.
          Tal vez, si no hubieran hecho una huella positiva en mi vida, seguramente no los tendría yo presentes.
          Desde luego que también tuve maestros de los otros. De esos que no se recuerdan bien ni por su nombre ni por su físico. Simplemente se le recuerda por groseros, porque a todos nos ponían apodos, porque siempre olían a alcohol, o porque siempre se quedaban dormidos en el salón de clases.
          Toda mi vida estudie en escuelas de gobierno, pero eso no fue limitante para admirar a algunos de ellos. Yo quería caminar, hablar, incluso, peinarme como ellos. Pues ellos eran mis maes­tros, mis pasos a seguir. Pero que gacho es ver desmoronarse a quien se admira cuando por sus actitudes nos defrauda.
          Hoy 15 de mayo, Día del maestro, regularmente, uno se pone hacer un recuento de ellos. Y en ese recorrido encontramos de todo, pero recordamos primeramente a aquellos que nos marcaron.
          En dos o tres ocasiones, mi esposa ha ido a abrazar con mucho cariño a uno de sus maestros. Después me ha repetido lo mismo: “por él, estudie sociología rural”.
          Creo que eso es agradecimiento salido del corazón. Pensándolo bien, qué bueno que todavía vivan esos verdaderos maestros.
          Un abrazo a todos ellos.


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lunes, 13 de mayo de 2019

La 4T con lenguaje de superación personal


He leído algunos libros de superación personal, donde aseguran que las ideas y las emociones bien enfocadas transforman a las personas en forma intelectual y espiritual. En realidad, no estoy de acuerdo con esto. Puede ser que una emoción te permita desarrollar alguna habilidad o alguna destreza, pero no creo que esto te acerque a la espiritualidad o a la ética. 
Saber hacer algo y hacerlo bien, creo que no tiene nada que ver con hacerlo razonable y éticamente. Por ejemplo, los oficiales nazis, muchos de ellos eran ilustrados. Muchos de ellos hacían las cosas eficazmente, pero carecían de inteligencia emocional. Ellos casi exterminaron al pueblo judío. Ellos estaban convencidos que lo que hacían era parte de su “trabajo”.
Los nazis, cerraron su entendimiento para caer en el fanatismo, en el enajenamiento. Su cultura pasó a ser la supremacía racial.
El nazismo fue su religión. Esto fue lo que pusieron en primer plano y, en segundo lugar, a las personas.
Así, las ideas acaban siendo más importantes que los hombres. Cuando se llega a esos niveles, todo resulta peligrosísimo.
A veces me parece que estamos en este punto, o estamos próximos a abordarlo. Estamos rodeados de gente que, sin ser nazis, sienten que ellos son los justos, los morales, y los éticos. Para ellos no importa lo jurídico ni lo legal.
Ellos creen que, al haber sido elegidos por un numeroso grupo de electores, ahora tienen el dominio de sus vidas, y de ellas pueden disponer. Así pues, al ocupar un lugar de eminencia, estos personajes entienden que de nada sirven los conocimientos ni las destrezas, sólo los caprichos.
Si Andrés Manuel López Obrador tuviera la suficiente inteligencia emocional y ética para examinarse y cuestionarse por cada uno de sus actos y de sus pensamientos, seguramente cometería menos barbaridades.
El Presidente de la República es un enamorado de la historia mexicana, y por lo mismo, vive en la idealidad de la teoría y no en la realidad de la práctica. Él es un hombre que venera las ideas, y por lo mismo, parece que desprecia a las personas, aunque diga lo contrario en sus mañaneras de campaña.
Cuando López Obrador presentó el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024, dijo que sí queremos buscar los antecedentes de este documento “…se inspira en el Plan del Partido Liberal de los Hermanos Flores Magón, que se publicó por primera vez en 1906…”
No cabe duda que Obrador, está casado con las ideas de otros tiempos, no con los hombres reales, con nosotros, con los mexicanos. López está en otro mundo, aunque vive en éste. No se da cuenta que hay vidas que esperan una respuesta, por eso lo llevaron al poder; pero él pone en primer lugar, la vida de la historia sobre las vidas reales.
Pero lo mismo pasa con sus seguidores. Han llegado a creer que la realidad no existe, pese a que es la realidad la única que puede hacer realidad los deseos razonablemente realizables para este país.
No se quieren dar cuenta que todo esto es puro humo, es retórica pedante. López Obrador y sus seguidores, usan el lenguaje de la superación personal y la autorrealización. Ellos aseguran que se va a hacer realidad lo imposible, cuando eso no es más que un barbarismo.
Desgraciadamente, todos ellos han adquirido esas ideas como un catecismo, como un manual de instrucciones. Casi todos ellos han perdido la brújula, porque piensan que todo lo que se les ha dicho, un día se va a cumplir, y entonces, todos serán felices.

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viernes, 10 de mayo de 2019

¡Madrecitas!


           
Por si fuera poco, y como si anduviéramos todavía con necesidad de pachangas, tenemos encima el Día de las Madres, y en viernes, para acabarla de amolar.
          Seguramente, este día comenzó con una guitarra en la mano y un conmovedor discurso, frente a dos que tres botellas, que señalarán el inicio de la fiesta, pero que nadie sabe cuándo terminará. 
          Un poco más tarde, será la invitación a comer a un restaurante de lujo o de medio pelo, para romper ─tan sólo este día─ las cadenas que atan a la mamá a la cocina.
          Indudablemente, todo mundo saldrá comprar sus flores, y si bien le va a la madre, recibirá sus cubetas u ollas para que prepare ella misma ese rico pozole.  
          Comprar, comprar, comprar. Nadie sabe pensar ni decir otra cosa que comprar a cualquier precio lo que sea, para la madrecita santa. La televisión, el radio, los periódicos, las redes sociales… hicieron su trabajo durante todo el mes anterior y parte de este, para que festejemos a mamá.
          Tarjetas de todos colores, sabores, olores y música, acompañarán a cada regalo. Hoy bien pudiera escribirse el verdadero sentimiento hacia la madre, pero no, nadie lo escribe porque se trata de una fecha sagrada. Además, es el único día que la gente se acuerda de su madre, porque los otros 364 días solo se acuerdan de la de los demás. Es el único día que la gente asegura que todas las cabecitas blancas del mundo son unas santas, y por tal motivo, le presentan bailables, cantos, sentidas poesí­as, bandas de música, cuetes, y para que disfrute más del espectáculo, le preparan su nieve de limón.
          Por regla general, los malos hijos, los malos esposos, los malos com­pañeros, etcétera, se montan sobre el 10, para adquirir la categoría de buenos hijos, buenos padres, buenos para todo, porque este día se venera a la "jefecita", a la "viejita", a la "mami", a la “cabecita blanca", a la mera "patrona", a la "abnegada", sin quitarle la jerarquía de santa. Este día se le colma de arruma­cos, abrazos, apapachos, piojitos, besos, lágrimas y un sin fin de rarezas, de esas que nunca acostumbran a hacerle.
          No faltan los políticos que este día se ponen a regalar máquinas de coser, estufas o planchas, a nombre personal. Están también los de las buenas conciencias; esos que acuden a algún piso de hospital a regalar flores a madrecitas enfermas u olvidadas por los hijos.
          Por otro lado, hay señoras que de verdad se conmueven hasta las lágrimas por ser madres sólo el 10 de mayo. Primero, porque se sienten sinceramente halagadas con el regalo correspondiente, y segundo, porque si no reciben el consabido presente, honestamente se sienten indignadas ante tal olvido.
          El 10, será como cualquier otro de otro año: desmañanarse para llevar las mañanitas casa por casa a todo el vecindario. Este sacrificio vale la pena porque se trata de quien los pario.
          Ya mañana será otro día, ya verán, pues con el menor motivo y sin tener el gusto de conocerlas, se aludirán por medio de frases distintivas o chiflidos tipo arriero, claxonazos telegráficos, signos visuales en los que interviene el puño, el brazo, el antebrazo, el índice y el lenguaje; porque para eso se puede decir en inglés, español y también en mixteco, zapoteco, y en todas las lenguas madres, aunque no lo creas.

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lunes, 6 de mayo de 2019

Entre tu chamba y la mía


Muy rara vez entro a Facebook, a revisar los comentarios que hace la gente de lo que publico. Ayer fue una de esas pocas ocasiones, y me encontré un texto que quiero darle respuesta, primero, porque esta persona existe, y luego, porque siempre está sobre la misma pregunta. 
Yo creo que tú, Jacob Santiago Blanco, haces suposiciones de todo lo que escribo. Asimismo, presumes que también estoy enojado contra los youtubers. Creo que supones mal. Yo sé elegir la información que sirve. Es más, yo no sabía que a los youtubers los considerabas como fuente de información. Si no es por ti, nunca me hubiera enterado que por esa plataforma también hay otra línea de “información”. Pero bueno, cada quien elige su indagación de acuerdo a sus capacidades, como tú lo aseguras.
Creo que no tienes razón en decir esto: “Los menos informados, los menos leídos, los menos preparados, son los más dispuestos a seguir creyendo en el periodismo de opinión.” Asegurar esto, creo que ofendes a todos los lectores de columnas y de opinión.
Como no haces referencia a algún periodista en especial, mides por igual a todos los que se dedican a hacer este tipo de trabajos. ¡Qué falta de respeto para tan noble misión!
Pero lo más gacho, es tu atrevimiento. Tuviste el valor, tal vez inconscientemente, de decirle a todos los lectores de columnas, que son impreparados, desinformados, ignorantes y, en resumen: tontos, solo porque leen y creen “en el periodismo de opinión.”
En tu último punto y seguido dices: “Me surge una duda y pregunta ¿Corro tendrá la formación académica para ser ‘periodista’”?
Esta pregunta que te haces, te la puedo responder con otra. ¿Tú tienes la capacidad de trabajar en los laboratorios químicos donde prestas tus servicios? ¿Tienes la capacidad suficiente para hacer una biometría hemática, o una química sanguínea, etcétera?
Como tú te vas por las puras suposiciones, yo también me puedo dar el derecho de suponer que tu laboratorio no tiene la capacidad de sacar ningún buen resultado, porque entrega constancias de acuerdo al chayote que te den.
Como tú supones que todo lo que publico es porque siempre hay de por medio una lana, yo también supongo que los resultados que entregas al interesado son de acuerdo a la lana que recibes. Por ejemplo, puedes extender un producto VIH prenupcial alterado mediante una lana.
Así como has asegurado que soy un corrupto, también puedo pensar que tú y tu laboratorio son corruptos porque se prestan a alterar cualquier estudio sin tener ninguna prueba.
Pero también puedo asegurar, así como tú dices, que todo periodista que cobra por publicar algo es chayotero. También puedo decir con la misma lupa que tú usas, que todo aquel laboratorio que hace un estudio y cobra, es chayotero.
No tengo por qué ocultar que, en realidad, hay “periodistas” que escriben información falsa y, además, cobran por eso.
Desde luego que hay periodistas que cobran por hacer su trabajo, y qué bueno, porque para eso estudiaron, para eso se prepararon. El cobro, según tú, es el pecado de los periodistas. Si ese es el concepto de la vida para ti, entonces, tú eres un corrupto, Jacob Santiago, porque en tu laboratorio cobras, y cobras caro.
Otra de las cosas que ves mal, muy mal, es que un periodista se le acerque a un personaje que según para ti, es un enemigo político, y por lo mismo, llamas al periodista vendido, traicionero, enemigo del pueblo, y que va por el chayote.
Sin embargo, supongo que a ti nadie te dice nada cuando atiendes en tu laboratorio a un delincuente, a un asesino, narcotraficante, ladrón, político de cualquier partido, violador, etcétera. Estoy seguro que por todas las atenciones que le prestas a esta clase de gente, nunca nadie te ha dicho vendido ni traicionero ni enemigo del pueblo ni que estiras la mano para recibir tu chayote. Nadie te ha dicho nada por eso ¿verdad?
Pero fíjate: curiosamente, los periodistas casi no nos acercamos al tipo de gente que tu atiendes en tu laboratorio. Pero parece que, para ti, es mucho más grave que un periodista se siente a platicar con ambas partes para redondear su investigación.
Qué grave, ¿verdad? Así como tú, hay gente que cree que el periodista siempre debe estar al servicio de sus intereses, y si alguien se sale de eso, es enemigo personal.
Yo no creo que mis lectores u oidores sean “los menos informados, los menos leídos, los menos preparados”, como tú los calificas. Creo que la mayoría de ellos busca encontrar algo, pues para eso todos nacimos, para encontrar.
Espero te disculpes con todos los que leen.

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