Otro bloqueo en Oaxaca
Bloquear una vía de comunicación es una
agresión para cualquier persona, ya sea que maneje vehículo o se transporte en
servicio público o camine por su propio pie. Esta agresión a terceros,
regularmente es tolerada por el mismo gobierno del Estado.
Alrededor de 27 horas, la sección 22 bloqueó
ayer y antier un punto importantísimo para la ciudad de Oaxaca. Con eso, la
ciudad quedó partida en cuatro zonas incomunicables.
Cuando la autoridad interviene para
liberar las vías de comunicación tomadas, los violentos maestros integrantes de
la 22, chillan al afirmar que están violando sus derechos a la manifestación, o
que se está criminalizando el derecho a la protesta.
Ante tantos bloqueos, cierres de
calles, procesiones, calendas, etcétera, en la ciudad de Oaxaca, la gente dejó
de ver todo eso como un conflicto vial. Desde hace no sé cuánto tiempo, la
gente dejó de ver a todo tipo de bloqueo como un delito. Tal vez se perdió esa
figura, desde aquella manifestación en la plaza de las tres culturas en
Tlatelolco, cuando un mitin en el que ni siquiera se bloqueaba una vía de
comunicación ni se agredía a terceros, el ejército pudo asesinar a los
manifestantes. A veces eso quisiera la gente en Oaxaca.
En otras ocasiones, ciudadanos
oaxaqueños les han puesto su arma de fuego a los manifestantes que han impedido
el libre tránsito vehicular.
Para un automovilista el bloqueo
representa una molestia que retrasa su traslado. Desafortunadamente la ciudad
no cuenta con vías alternas, y si las hay, también son bloqueadas. Eso le
impide a cualquier ciudadano cambiar de ruta y llegar a su destino.
Los que usan el transporte público, lo
más seguro es que se le descuente el día de trabajo, o si no, pierde su empleo.
Así es la vida en esta ciudad, donde casi todos los que vivimos en ella o en
los municipios conurbados, siempre somos las víctimas.
Pero como siempre, los chantajistas de
la sección 22, dicen que hay que hacer “desmadres” (así, textual) para cobrar
un sueldo aunque no haya ningún documento que avale su trabajo. Definitivamente
ellos son los enemigos de los oaxaqueños.
En un comunicado del IEEPO, dijo que a
los maestros de secundarias técnicas no se les debe salarios ni prestaciones,
pues lo que piden es un pago por horas extras que ellos mismos se asignaron y
que ellos mismos las bautizaron como horas-tequio.
Los de la 22 nunca hacen nada si no le
ven una ganancia económica a futuro. Es por eso que desde el 2015 ellos se
inventaron ese servicio, servicio entre comillas, para hoy exigir ese pago a su
trabajo que ellos mismos denominaron “tequio”.
No hace falta decir que estos maestros
de la 22, son conocidos por su ineficacia, por su incapacidad, por su
prepotencia, y aun así, se consideran merecedores. Si nos preguntamos
¿merecedores de qué?, Nosotros mismos tenemos la respuesta: merecedores del
rechazo, del repudio y hasta del odio social, porque ellos nos hacen padecer más
que otros grupos estafadores.
¿Saben qué? Cada que hay este tipo de
bloqueos, regularmente hay asaltos. Ayer, se registraron 4 asaltos a comercios
establecidos. ¿Quiénes crees que puedan ser los asaltantes?
Twitter: @horaciocorro
Facebook: Horacio Corro
horaciocorro@yahoo.com.mx
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