La 4T con lenguaje de superación personal
He leído algunos libros de superación personal, donde
aseguran que las ideas y las emociones bien enfocadas transforman a las
personas en forma intelectual y espiritual. En realidad, no estoy de acuerdo
con esto. Puede ser que una emoción te permita desarrollar alguna habilidad o
alguna destreza, pero no creo que esto te acerque a la espiritualidad o a la
ética.
Saber hacer algo y hacerlo bien, creo que no tiene nada que
ver con hacerlo razonable y éticamente. Por ejemplo, los oficiales nazis,
muchos de ellos eran ilustrados. Muchos de ellos hacían las cosas eficazmente,
pero carecían de inteligencia emocional. Ellos casi exterminaron al pueblo
judío. Ellos estaban convencidos que lo que hacían era parte de su “trabajo”.
Los nazis, cerraron su entendimiento para caer en
el fanatismo, en el enajenamiento. Su cultura pasó a ser la supremacía racial.
El nazismo fue su religión. Esto fue lo que pusieron en primer plano y, en segundo lugar, a las personas.
Así, las ideas acaban siendo más importantes que
los hombres. Cuando se llega a esos niveles, todo resulta peligrosísimo.
A veces me parece que estamos en este punto, o
estamos próximos a abordarlo. Estamos rodeados de gente que, sin ser nazis,
sienten que ellos son los justos, los morales, y los éticos. Para ellos no
importa lo jurídico ni lo legal.
Ellos creen que, al haber sido elegidos por un
numeroso grupo de electores, ahora tienen el dominio de sus vidas, y de ellas pueden
disponer. Así pues, al ocupar un lugar de eminencia, estos personajes entienden
que de nada sirven los conocimientos ni las destrezas, sólo los caprichos.
Si Andrés Manuel López Obrador tuviera la
suficiente inteligencia emocional y ética para examinarse y cuestionarse por
cada uno de sus actos y de sus pensamientos, seguramente cometería menos
barbaridades.
El Presidente de la República es un enamorado de
la historia mexicana, y por lo mismo, vive en la idealidad de la teoría y no en
la realidad de la práctica. Él es un hombre que venera las ideas, y por lo
mismo, parece que desprecia a las personas, aunque diga lo contrario en sus
mañaneras de campaña.
Cuando López Obrador presentó el Plan Nacional de
Desarrollo 2019-2024, dijo que sí queremos buscar los antecedentes de este
documento “…se inspira en el Plan del Partido Liberal de los Hermanos Flores
Magón, que se publicó por primera vez en 1906…”
No cabe duda que Obrador, está casado con las
ideas de otros tiempos, no con los hombres reales, con nosotros, con los
mexicanos. López está en otro mundo, aunque vive en éste. No se da cuenta que
hay vidas que esperan una respuesta, por eso lo llevaron al poder; pero él pone
en primer lugar, la vida de la historia sobre las vidas reales.
Pero lo mismo pasa con sus seguidores. Han
llegado a creer que la realidad no existe, pese a que es la realidad la única
que puede hacer realidad los deseos razonablemente realizables para este país.
No se quieren dar cuenta que todo esto es puro
humo, es retórica pedante. López Obrador y sus seguidores, usan el lenguaje de
la superación personal y la autorrealización. Ellos aseguran que se va a hacer
realidad lo imposible, cuando eso no es más que un barbarismo.
Desgraciadamente, todos ellos han adquirido esas
ideas como un catecismo, como un manual de instrucciones. Casi todos ellos han
perdido la brújula, porque piensan que todo lo que se les ha dicho, un día se
va a cumplir, y entonces, todos serán felices.
Twitter: @horaciocorro
Facebook: Horacio Corro
horaciocorro@yahoo.com.mx
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