El amor en febrero

Todos entendemos cuando decimos que nuestro perro nos ama, que nuestra
madre nos ama, y que Dios nos ama, aunque no todos sean hijos de él.
Pero también, el significado de ese verbo varía con cada uno de los
sujetos amantes, porque luego dicen que todos hablan según les va en la
feria.
Está, por supuesto, el amor propio, el amor por uno mismo. Y dentro de
todos estos colores del amor, hay, además, todos los tonos posibles. Está el
amor por nosotros mismos, sin el cual no podríamos sobrevivir. Si no nos
amáramos, nunca haríamos nada por curarnos, por aprender, por satisfacer
nuestras más elementales necesidades ni nada de nada. Las plantas, aunque no lo
creas, tienen su amor propio, ellas se protegen con sus espinas, buscan el sol,
el agua y, además, quieren sentirse amadas por eso producen colores hermosos,
así como su aroma que, desde siempre, el hombre ha querido imitarlo a través de
la química.
Entonces, todo eso puede ser el primer acto de amor de los seres vivos
hacia sí mismos.
También está el extremo humano del amor por sí mismo, pero eso ya es
narcisismo, egolatría, que conduce al poseedor a la enfermedad mental. Quien
llegó a esos extremos fue Lucifer, el ángel que por su acto de orgullo y
narcisismo fue arrojado al infierno y convertido en Satanás. De ahí que uno de
los primeros pecados sea el desamor por los demás, la soberbia.
La soberbia la padecen muchos políticos. Y cosa curiosa, siempre hay
un espíritu alrededor del espíritu de soberbia. Esos son los capaces de tapar
con el lomo un bache para asegurarle a don chipotes, o a don soberbio, que el
camino es llano o hasta terso. Entonces los jefes hacen como que les creen para
sentirse tranquilos.
El amor de los animales se expresa entre ellos mismos con una variedad
tan grande como la que hay entre animales humanos.
El olor es de enorme importancia, sin embargo, la civilización nos
lleva a los humanos a rechazar muchos de nuestros olores. Los que saben de
esto, dicen que el olor es la parte más importante para la atracción sexual.
No es aquella cuando responde el enamorado que entre él y su pareja hay
química, hay clic. El olor significa mucho en una relación amorosa, incluso, muchos
y muchas, hasta duermen abrazando cualquier trapo del sujeto para imaginar que lo
tiene ahí cerquita.
En conclusión, las espinas de la rosa, la alarma de la gallina
llamando a sus pollos, la atracción que le llaman química, el llanto del perro
cuando ve hacer maletas a su amo o sus saltos de gusto cuando éste regresa, son
manifestaciones de amor.
El amor es la emoción que nos hace decir "te quiero", a
alguien que no había estado nunca en nuestra vida, y se desea pasar el resto de
nuestros años juntos.
Este comentario pude haberlo dicho en cualquier otra época del año.
Pero como muchos creen que en febrero solo se ama, no cabe duda que estas ideas
retorcidas solo las ha provocado el comercio.
Tampoco el amor es febrero ni marzo, como los meses en que se empinan
los papalotes. El amor es toda la vida. Además, el amor no es un sentimiento,
es una decisión.
Twitter:@horaciocorro
Facebook: Horacio Corro
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