¡Saca la bacha!
Sabemos todos la causa que precede al efecto, pero lo que ya no es claro, es saber cuál es la causa y cuál es el efecto. Dicho en términos populares, la gallina es la causa del huevo, o es su efecto. Por supuesto que sabemos que ambas cosas se complementan y se suceden. Así las drogas, son un círculo, ¿se consumen porque se producen, o se producen porque se consumen?
Hace días escuché a algunos dizque expertos
en el tema de las drogas, en un programa de radio, que estaban más preocupados
por disculpar a México y culpar a los Estados Unidos, sobre el problema de la participación,
producción y circulación de narcóticos que demandan con ansia los consumidores
norteamericanos.
Lo cierto es que desde hace años hay un rumor,
(es un rumor porque no hay comprobación documental para comprometerse con lo
dicho), que en los años cuarenta o cincuenta, el gobierno de los Estados Unidos
fomentó y alentó la producción en México de estupefacientes por el intenso
consumo que hacían sus fuerzas armadas, pues solo así aceptaban de muy buena
gana los jóvenes norteamericanos ir a las guerras.
La semana pasada, la futura secretaria de
Gobernación, Olga Sánchez Cordero, presentó una iniciativa para regular el
consumo y comercio de la marihuana para uso recreativo y medicinal. Y esto, porque
le preocupa la libre decisión que tenemos todos los seres humanos para
consumirla o no. Y en caso de ser aprobada, será responsabilidad del Estado
hacer políticas de prevención para que sus ciudadanos tomen decisiones
informadas.
Esto de las decisiones personales, como
sabemos, se ha ejercido desde los años de la canica, pues son cientos, miles, o
millones, los que religiosamente se revientan su carrujo diario de pasto, sin
necesidad de informarse y sin necesidad de esperar del Estado, que estén muy serviciales
en cuanto atención de políticas de prevención.
A mucha gente, lo único que le puede importar
de la propuesta de ley, será que producir o consumir 480 gramos al año, será insuficiente
para cuando alguno de los cuates le diga: sácala, ¿no?, ¡órale, móchate!, préstala. Y cuando la verde
aparezca en escena, alguien más gritara por ahí: córrela, nomás las del tren,
qué pasó con ese cartón, écha pa’ca la cafetera pa’ndar igual.
Un cigarro de mariguana pesa alrededor de
0.50 gramos, si el consumidor se echa uno al día, al mes gastará 15 gramos,
aproximadamente. Y si a esta cantidad la multiplicamos por los 12 meses del
año, suman 180 gramos. Así que le quedan en la despensa 300 gramos, que bien
puede compartir con la misma Olga Sánchez Cordero y hasta habrá otro tanto para
pasarle un churrito, una bachita, una chicharrita al mismísimo Peje, para que
después de las aspiradas
le digan: andas con ojo de corazón contento. Pus ya vez, dirá el señor López:
la verde es vida, tierra y libertad, en la yerba encontré el espíritu.
Y si se agrega el resto de viejitos integrantes del
gabinete, dirán: es el toque nuestro de cada día. Y si alguien los descubre los
acusará de andar bien pachecos, tizos, motorolos, grifos, macizos.
Desde luego
que los periodistas, bien imparciales como siempre, utilizarán un lenguaje
bastante medido para desarrollar su nota, con términos semejantes a cannabis,
mariguana, yerba, mota, café, churro, juanita, grifa, mostaza, mois, toque,
creo que estas últimas no, ¿verdad?
En realidad,
la mariguana es una de las drogas más conocidas, y por lo mismo, para unos es
felicidad, mientras que para otros, un infierno. Pero sea lo que resulte con la
iniciativa que presentó Sánchez Cordero, México comenzará a vivir muchos
efectos por la causa.
Twitter: @horaciocorro
Facebook: Horacio corro
horaciocorro@yahoo.com.mx
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