De luto más de 300 personajes
Quién no oyó de niño aquello
de: “mejor ponte a estudiar, eso no te deja nada bueno”. O aquella otra frase:
“¡otra vez con esos monitos? Te voy a acusar con tu papá. Mejor ponte a hacer
tu tarea.” Esos gritos los escuchábamos cada que un adulto nos descubría que nuestros
ojos estaban metidos en unas páginas coloreadas.
Después del regaño,
corríamos a otro sitio más oculto para terminar la tarea impuesta por nosotros
mismos: leer todos los comics de la semana, entre ellos, “El hombre araña”,
creación de Stan Lee, quien falleció el lunes 12, a los 95 años de edad.
Los adultos no se daban cuanta
en ese entonces, que esas revistas de monitos nos enseñaron a leer a muchos de
nosotros.
Mucho antes de que esas
historietas fueran llevadas al cine o a las series de televisión, primero llegó a los niños en los puestos
de revistas. Cada cuadro de esos episodios fue una forma de inspirar. Atrás de
la máscara de Spider-Man, por ejemplo, podría estar cualquiera, porque
cualquiera de nosotros podía convertirse en héroe.
Tal vez Peter Parker, fue
uno de los primeros héroes que contrastaron con los personajes anteriores, pues
éste era un humano que estaba lleno de errores. En cambio, los protagonistas
anteriores se distinguían por ser hombres fuertes, infalibles, casi dioses que
no tenían errores. Estos semidioses eran invencibles, y en todos los casos
siempre salían airosos y triunfadores. Tal vez por esa trama repetida, la gente
se agotó de ver la misma historia acartonada.
Cuando Lee renovó las ficciones
de éste género, hizo revivir lo que estaba, tal vez, por desaparecer.
Los héroes de Lee, eran a la
vez superhéroes y humanos falibles. Todos sus héroes son poderosos, pero su
parte humana es frágil, pues como todo ser humano, está expuesto a tomar las
peores decisiones.
Las aventuras de Spiderman, y
los conflictos de Parker, son los temas que nos hacen sentir empatía por dos personajes
que al final de cuantas es el mismo. Además, se trata de un adolescente que
tiene que trabajar, que le va mal en los romances, que le hacen bullying en la
escuela. Es, pues, un muchacho normal.
Este no es el único
personaje de Lee, creó muchos más. Fueron tantos sus héroes, que el mismo Stan
Lee, para poderlos identificar, para poder recordar sus nombres, a cada uno lo
bautizaba con la misma letra inicial del nombre y el apellido, como por
ejemplo, Peter Parker, Doctor Doom.
La repetición de una letra o
un grupo de letras produce un efecto sonoro particular, pero también era una fórmula
nemotécnica con la que Stan Lee se ayudó para identificar sus creaciones.
Seguramente muchos se han de
preguntar que por qué tantas fiestas a este hombre que falleció hace días, si
se trata de un imperialista. Yo creo que, primero, porque fue el creador más prolífico de la historieta, y segundo,
porque somos muchos los que tenemos una deuda cultural con él.
En lo personal, fue uno de
los que me enseñó a leer, y a desarrollar mi imaginación.
Twitter: @horaciocorro
Facebook: Horacio corro
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