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viernes, 6 de enero de 2017

Parece que iniciamos mal

Resulta que dentro del ayuntamiento municipal de Huajuapan, el que encabeza Martín Aguirre, se encuentran algunos lunares que por más que quieran, no se pueden ocultar.

El domingo uno de enero, en el acto de toma de protesta al ayuntamiento de esta ciudad, unos de los nuevos ediles se presentó borrachín al acto solemne. Más bien, me dicen, que en la condición que se exhibió, es su estado normal durante las 24 horas del día, de otra manera no podría desarrollar ninguna diligencia. El alcohol, pues, es como su gasolina, si no le mete unos cuantos litros a su cuerpo, pues nomás no camina.

Unos meses antes de que esta administración lograra integrar su cuerpo edilicio, dije en un comentario a manera de sugerencia, que sería formidable que a cada uno de los próximos servidores se les hiciera un estudio del llamado coeficiente mental, porque a la hora de la hora esos disque muy preparados no le inteligen a nada, solo a la pachanga y al reventón.

Seguramente al presidente municipal ni al resto de los ediles les interesa nada de eso, de lo contrario, cada uno de ellos, por voluntad propia, hubiera llevado sus respectivos estudios psicológicos como si presentaran su 3de3 o algo parecido.

Parece que con las malas decisiones vamos a tener una administración muy parecida a la que se acabó de ir, a la de Luis de Guadalupe, pues en la primera sesión ordinaria de cabildo aprobaron, sin más preámbulo, la propuesta del Síndico procurador de justicia Félix Martínez Olivares. Con el consentimiento, los regidores se hicieron avales y responsables de cualquiera de las actividades de este funcionario. Con el voto de los regidores quedó claro que son ellos los que garantizan la vida personal y administrativa de Félix Martínez.

Félix Martínez es el mismo que escribió “síndico” con “c” de casa, en vez de “s” como correctamente debe escribirse. Seguramente vieron ustedes esa pifia en las redes sociales. Es un verdadero monumento a la vergüenza.

Resulta que el nuevo síndico procurador, Félix Martínez Olivares tiene en su haber un curriculum bastante voluminoso sobre desmanes varios a consecuencia de su alcoholismo.

Él fue extraído del Partido verde ecologista de México, y nunca se le vio en campaña política alguna. Simplemente llegó con su presencia el día de la toma de protesta y ese es todo su mérito.

Quien se dio cuenta del estado alcohólico del síndico en pleno acto solemne, fue el mismo exgobernador de Oaxaca, Heladio Ramírez López. De otra manera no le hubiera recomendado o a su sobrino, al presidente municipal, que si no quería tener problemas en su administración, que entonces hablara con esa persona para que corrigiera su problema con el alcohol.

Es seguro que el Presidente municipal Martín Aguirre no habló nada con el susodicho al respecto, pues en la sesión ordinaria de ayer martes, Martínez Olivares se presentó a cabildo con olor a chicozapote.

No les voy a contar ni les voy a leer las notas periodísticas de lo que este síndico ha ocasionado a consecuencia de su debilidad. Si esta persona no tiene dominio propio, y se deja arrastrar por un elemento, entonces, con qué dominio va a poder conducir la responsabilidad que le exige la sindicatura.

Martín Aguirre ya pintó su raya, pues dentro de su equipo, dentro de los cargos de más compromiso directo que se tiene con la ciudadanía, están al frente ciertas personas que cargan sobre sí negros antecedentes.

A ver qué dicen sobre este caso, esos gallitos regidores sácale punta.


Esperemos, pues. 

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