Parece
que iniciamos mal
Resulta que dentro del ayuntamiento municipal de Huajuapan,
el que encabeza Martín Aguirre, se encuentran algunos lunares que por más que
quieran, no se pueden ocultar.
El domingo uno de enero, en el acto de toma de protesta al
ayuntamiento de esta ciudad, unos de los nuevos ediles se presentó borrachín al
acto solemne. Más bien, me dicen, que en la condición que se exhibió, es su
estado normal durante las 24 horas del día, de otra manera no podría desarrollar
ninguna diligencia. El alcohol, pues, es como su gasolina, si no le mete unos
cuantos litros a su cuerpo, pues nomás no camina.
Unos meses antes de que esta administración lograra
integrar su cuerpo edilicio, dije en un comentario a manera de sugerencia, que
sería formidable que a cada uno de los próximos servidores se les hiciera un
estudio del llamado
coeficiente mental, porque a la hora de la hora esos disque muy
preparados no le inteligen a nada, solo a la pachanga y al reventón.
Seguramente al presidente municipal ni al resto de los
ediles les interesa nada de eso, de lo contrario, cada uno de ellos, por
voluntad propia, hubiera llevado sus respectivos estudios psicológicos como si
presentaran su 3de3 o algo parecido.
Parece que con las malas decisiones vamos a tener una administración
muy parecida a la que se acabó de ir, a la de Luis de Guadalupe, pues en la
primera sesión ordinaria de cabildo aprobaron, sin más preámbulo, la propuesta
del Síndico procurador de justicia Félix Martínez Olivares. Con el consentimiento,
los regidores se hicieron avales y responsables de cualquiera de las actividades
de este funcionario. Con el voto de los regidores quedó claro que son ellos los
que garantizan la vida personal y administrativa de Félix Martínez.
Félix Martínez es el mismo que escribió “síndico” con “c”
de casa, en vez de “s” como correctamente debe escribirse. Seguramente vieron
ustedes esa pifia en las redes sociales. Es un verdadero monumento a la vergüenza.
Resulta que el nuevo síndico procurador, Félix Martínez
Olivares tiene en su haber un curriculum bastante voluminoso sobre desmanes
varios a consecuencia de su alcoholismo.
Él fue extraído del Partido verde ecologista de México, y nunca
se le vio en campaña política alguna. Simplemente llegó con su presencia el día
de la toma de protesta y ese es todo su mérito.
Quien se dio cuenta del estado alcohólico del síndico en
pleno acto solemne, fue el mismo exgobernador de Oaxaca, Heladio Ramírez López.
De otra manera no le hubiera recomendado o a su sobrino, al presidente
municipal, que si no quería tener problemas en su administración, que entonces
hablara con esa persona para que corrigiera su problema con el alcohol.
Es seguro que el Presidente municipal Martín Aguirre no habló
nada con el susodicho al respecto, pues en la sesión ordinaria de ayer martes, Martínez
Olivares se presentó a cabildo con olor a chicozapote.
No les voy a contar ni les voy a leer las notas
periodísticas de lo que este síndico ha ocasionado a consecuencia de su
debilidad. Si esta persona no tiene dominio propio, y se deja arrastrar por un
elemento, entonces, con qué dominio va a poder conducir la responsabilidad que le
exige la sindicatura.
Martín Aguirre ya pintó su raya, pues dentro de
su equipo, dentro de los cargos de más compromiso directo que se tiene con la
ciudadanía, están al frente ciertas personas que cargan sobre sí negros
antecedentes.
A ver qué dicen sobre este caso, esos gallitos regidores
sácale punta.
Esperemos, pues.
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