La fase 2 y los mayores de 60 años
A muchos nos gustaría saber quién fue
el valiente que pudo someter al presidente Andrés Manuel López Obrador, para
que dejara de contradecir a los integrantes de su gabinete.
Todavía, un día antes de que se
anunciara que entramos a la fase dos de la lucha contra el coronavirus, el
presidente le pidió a los mexicanos desde un restaurante oaxaqueño, que
siguiéramos saliendo a la calle, porque según, somos bien aguantadores, y que
él mismo nos iba a anunciar cuándo ya no salir a las calles.
Pocas horas después de haber subido
ese vídeo a su cuenta de Tuiter, lo borró por la serie de críticas que hubo a
su irresponsabilidad.
Por todos esos contrastes enormes y contradictorios,
el pueblo de México ya no sabía qué hacer, cuando en el mundo entero se estaba
diciendo y se sigue diciendo que estamos en un momento de terrible crisis.
La realidad es que el contagio y las
muertes en nuestro país ya comienzan a contabilizarse. Dicen, los que conocen
de esto, que la fase dos debió haberse tomado en cuenta desde dos semanas atrás,
y no en la fecha que se dijo.
Pero el presidente ha seguido con esa
lógica de relativizar el problema con tal de retrasar lo más posible las
medidas sanitarias, y con eso amortiguar el inevitable costo económico que esta
crisis va a desatarse en nuestro país. En otras palabras, él ve más barato un muerto
que una atención médica.
Además, López Obrador, no tiene
ninguna intención de presentar un paquete de estímulos económicos ni va a
proteger el empleo. Lo único que se ha anunciado por parte del Secretario de
hacienda, es que va a adelantar las becas y las participaciones a los estados
para que puedan comprar equipo y tener listas las camas y los respiradores,
según.
La semana pasada López Obrador firmó
un decreto para que tanto en el sector público como en el privado, se les
otorgue permiso a los adultos mayores para que puedan estar en su casa con goce
de sueldo.
Si realmente se cumpliera este decreto
presidencial, también se tendrían que ir a su casa los integrantes del
gabinete, pero como los de la 4T nunca cumplen nada, se pasarán la orden por
dónde todo mundo sabe.
Pero vamos a suponer que acatan esta
disposición. Al irse a descansar, el país quedaría desgobernado, pues se iría la
mayoría de los integrantes del gabinete.
Si comenzamos por el Canciller Marcelo
Ebrard, este tiene 60 años; la Secretaria de Gobernación tiene 73; el de Comunicaciones
y transportes 82; el doctor Jorge Alcocer, secretario de salud 74 años; Miguel Torruco,
de Turismo 68 añejos; el Secretario de agricultura, Víctor Villalobos, 70; el Secretario
de seguridad, Alfonso Durazo, 65; el Secretario de Educación Pública, Esteban
Moctezuma, 65; Manuel Bartlett Díaz, Director de la CFE, 84; el Secretario de
la defensa, el General Luis Crescencio Sandoval,
tiene 61; El Almirante José Rafael Ojeda, 66 años; El Jefe de gabinete, Alfonso
Romo 69; el Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, 80; el Presidente
de la República, 66.
Como no van a respetar el decreto
porque ni entre ellos se creen nada, pues todo va a seguir igual: en la serie
de vaivenes y contradicciones de todos.
Twitter: @horaciocorro
Facebook: Horacio Corro
horaciocorro@yahoo.com.mx
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