La vialidad posible en Huajuapan
Caminar hoy por las principales
calles de la ciudad de Huajuapan, no es lo mismo que hace unos dos o tres trienios.
Antes, salir a la calle era una verdadera locura: te tenías que cuidar por
todos tus costados. Todavía hay zonas así, pero creo que se solventarán.
Los problemas del transporte y
vialidad, repercuten mucho en la calidad de vida de quienes habitamos en la
ciudad de Huajuapan de León.
Acabé de hacer un recorrido por las calles
más conflictivas de la ciudad, y después de eso, el Regidor de Vialidad,
Alejandro Rosales Olmos, me puntualizó algunos aspectos relativos a su área,
como la modificación a algunas vialidades para aliviar los tradicionales problemas.
Pasaron varios responsables de
vialidad municipal, e hicieron lo que creyeron. Hubo quienes mandaron a hacer
estudios millonarios, porque pensaron que eso solucionaría el problema como una
varita mágica.
Todos perdemos, diariamente, un número
considerable de horas para trasladarnos a nuestros lugares de trabajo,
escuelas, universidades, y demás destinos de actividad cotidiana, pero a pesar
de las modificaciones a los sentidos viales que hicieron, nadie vio ninguna
disminución a esa pérdida de tiempo.
Rosales Olmos, sin considerar a los
partidos políticos gobernantes anteriores, se puso a estudiar cada uno de los
proyectos y programas que sus homólogos anteriores dejaron en los escritorios,
y de esos, echó a andar lo que hoy estamos viendo.
Seguramente muchos no lo saben, pero
Huajuapan es de los lugares más conflictivos de la entidad en cuanto a vialidad:
casi no cuenta con rutas alternas, sus calles son sumamente angostas, y no
tiene ninguna calle que cruce a lo largo o a lo ancho de la población. Habrá
que agregarle a esto el número de taxis que circulan diariamente.
Mientras la ciudad de Oaxaca cuenta
con alrededor de 700 taxis, Huajuapan supera a las mil 200 unidades. Con esto
nos podemos dar cuenta de la desproporción que hay entre una y otra ciudad.
Meter en una ciudad que es tres veces más pequeña que la ciudad de Oaxaca, es
una verdadera locura.
Y qué les parece si a esta cantidad de
automóviles de servicio público le sumamos el número de vehículos particulares
residentes y foráneos.
A seis meses de esta administración
municipal, el regidor de Movilidad Urbana,
Alejandro Rosales Olmos, ha tratado de remediar este exceso dentro de una
comunidad que carece de vías rápidas, pues todas sus calles son
estacionamientos, y lo único que se ha logrado con esto, es un grave deterioro
ambiental por contaminación, lo que trae como consecuencia una disminución de
la calidad de vida urbana y un incremento de las enfermedades respiratorias,
entre otros perjuicios.
Huajuapan, definitivamente, no es
una ciudad propia para el automóvil, por eso, debe sumarse a las ciudades donde
un gran número de personas usan el transporte público, y solo un reducido grupo
utiliza regularmente su automóvil.
Ojalá en Huajuapan se siembre la
costumbre de disfrutar a pie o en bicicleta la ciudad.
Y como les decía unas líneas arriba,
como buen Huajuapeño, me fui a recorrer las calles en horas pico, para ver la
saturación de vehículos en la esquina 16 de septiembre y Trujano hacia el
zócalo. Afortunadamente eso ya desapareció. En toda esa área ya nos escuchan
los claxonazos ni hay malos humores.
Desde que se comenzaron a usar los
dos carriles, los automóviles circulan libremente hasta la esquina de la Casa
de la cultura. Afirmar que circulan libremente, es un decir, porque los manejadores
sienten la obligación de detenerse unos cuantos segundos para permitir el paso
peatonal en la esquina de Colón, y otros cuantos segundos más en la esquina de
la “L”. En este cruce, es donde más de 2 mil 700 personas atraviesan rumbo al
mercado Porfirio Díaz. Tal vez sea el punto peatonal más importante de la
ciudad.
La cultura del transeúnte que se ha
creado en la ciudad, es sorprendente, solo el 2% de la gente, se cruza en medio
de la cuadra.
La calle Jiménez, es otro tema. Sólo
un carril se ocupa para circular, y el otro, sirve de estacionamiento. Esta
calle nace en el entronque 5 de febrero y la calle Mina. Jiménez, más la
primera cuadra de la calle Vásquez, nos puede llevar hasta el zócalo de la
ciudad.
Después del estudio que hizo el
regidor sobre el número de vehículos estacionados sobre esa arteria, resultó
que sólo 6, a lo largo de toda la calle, pertenecen al mismo número de vecinos,
el resto de los estacionados son de gente que llega al centro a arreglar asuntos
a las oficinas públicas o privadas, o son de los mismos trabajadores del
ayuntamiento. Así pues, los 6 vehículos cuentan con cochera.
No cabe duda que esta es una buena
razón, me aseguró el regidor, para ocupar ambos carriles y el tráfico fluya y,
como consecuencia, disminuyan los tiempos de traslado. Ojalá se logre este
proyecto, aunque a veces hay obstáculos que impiden concluirlo, pues una de las
personas que renta un local sobre la misma calle, se opone a la realización del
mismo. Importante sería que decidieran, en este caso, los dueños de las propiedades,
quienes seguramente tendrían más interés en la prosperidad de la ciudad.
Twitter: @horaciocorro
Facebook: Horacio Corro
horaciocorro@yahoo.com.mx
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