La otra imagen de la Navidad
A la vuelta de la
esquina esta la Navidad. Se nos ha dicho que esta época es un tiempo de Paz y
Felicidad. Que durante estos días debe reinar la armonía entre todos. También,
que es el espacio perfecto para el reencuentro y el perdón. Y sobre todo esto,
está la idea que todo mundo cree: que es la época de dar para demostrarle al
otro que lo queremos.
Al caminar por las
calles escuchamos los villancicos en todo lugar, lo mismo que los abrazos y las
felicitaciones. Todo esto nos hace sentir que vivimos en paz. Pero… ¿de verdad
es así?
Si observamos
atentamente a nuestro alrededor, nos daremos cuenta que esta Navidad no es
igual a otras. No se trata de los copitos de nieve, los arbolitos con luces de
colores que bailan al compás de la música. No.
Si observamos el
lenguaje corporal de mucha gente, o sus gestos, nos revelarán emociones
negativas. Aunque también puede ser porque estamos entre mucho ruido y tensión a
causa de la violencia. A esto hay que sumarle que tenemos que cumplir con lo
que siempre nos han dicho: que debemos dar porque es la época de demostrar
amor.
El dar es meterse a las
aglomeraciones, a los sitios repletos de gente que se preocupa por comprar. En
los restaurantes es lo mismo, están hasta el tope. En muchos de esos lugares se
reúnen los compañeros de trabajo para la ultima cena o comida del año, lo que
arroja regularmente, miles de litros de alcohol por hora.
Las calles lucen llenas
de vehículos. Desplazarse por la ciudad se ha convertido en un proceso
semejante a un bloqueo o a una marcha o a una calenda. Para llegar a cualquier
sitio se necesita, por lo menos, de un par de horas.
Está comprobado que
diciembre trae consigo más depresiones que cualquier otra época del año. Incluso,
hay muchos libros, mucha literatura, que habla de la depresión de diciembre.
Los expertos en los
temas psicológicos dicen que ese sentimiento viene por ciertas causas físicas, como,
por ejemplo, el frío o la ausencia de sol. En esta temporada, también, es donde
más se recrudece el sentimiento de soledad. Es por eso que mucha gente se
refugia en los lugares donde hay más gente.
Aunque es la época
más bonita del año, muchos la aprovechan para sacar su enojo, un enojo
incomprensible que les nace solo por ver todo lo simbólico de la Navidad. Entre
más villancicos escuche esa persona y más abrazos reciba, más ira producirá.
Supongo, es una
suposición, que la ira les venga por los símbolos que no tienen significación
con el tema cristiano, ya que es cuando se conmemora el
nacimiento de un niño que transformó los conceptos y la existencia misma y dio
lugar a la familia como unidad social.
Estas fiestas son para celebrar el nacimiento del niño Jesús, los Reyes
Magos y la Huida a Egipto. La Navidad es el reforzamiento del mensaje de Cristo,
no del hombre de barba blanca y traje rojo. Hasta donde sé, ese señor nunca nos
ha dejado nada por escrito.
¿Tú eres de los enojados
que andan por ahí? No se preocupen, guarden la calma, gocen cada momento en
estos días. En serio, aunque te enojes, no vas a poder cambiar el mundo.
Twitter: @horaciocorro
Facebook: Horacio
Corro
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