El vocal ejecutivo de la junta
distrital del Instituto nacional electoral (INE) con sede en Huajuapan de León,
Román Santiago Mendoza, poco le ha importado el tema de la compra de votos con
despensas.
Ayer domingo fue el día más
escandaloso en cuanto al número de bolsas entregadas que se repartieron a la
entrada de un taller mecánico denominado "El carnal".
La candidata a diputada federal Naxhieli
Estrada Bautista, se presentó ante esas oficinas, para que acudiera un
representante a certificar la entrega de despensas con tal de obtener el voto a
favor del PRI. La respuesta que obtuvo la candidata fue: "no podemos ir porque
tenemos muchísimo trabajo".
Además, los funcionarios le
argumentaron a la candidata que la ley es muy clara, que para toda petición
debe hacerse por escrito. Estrada Bautista les dijo que si lo hacía por escrito
le responderían después de varios días, y que para entonces, los repartidores ya
habrían desaparecido bajo la complacencia de la junta distrital.
Hay una persona encargada del INE
que certifica los gastos de cada candidato. Esta persona ya no quiere asistir a
los puntos donde se regalan despensas y otras cosas, con tal de obtener el voto
en favor de ese partido, porque ya en otras ocasiones, asegura, los guaruras de
los candidatos la han amenazado.
Los guardaespaldas del diputado local
con licencia, la amenazaron después de haber visto en el sistema del INE, los nuevos
gastos de campaña de Vera Carrizal, con la entrega de despensas.
El trabajo de esta persona es
calcular el precio del contenido de cada paquete y lo multiplica por el número
de personas que recibieron la bolsa, el resultado de la cantidad lo ha agregado
a los gastos de campaña de Juan Vera. Esto es lo que les ha molestado mucho a
los guaruras, por eso la han amenazado, y ésta ya no quiere participar en esas
supervisiones.
Desafortunadamente la verificadora,
no tiene ninguna protección por parte de ningún funcionario del INE, y menos de
Román Santiago, quien le dijo que bien sabía a lo que estaba metiendo.
Es muy probable que el vocal
ejecutivo, Santiago Mendoza, tenga fuertes intereses con alguno de los
candidatos priístas para poner obstáculos a los candidatos de otros partidos, y
no entregarles, por ejemplo, la certificación de sus representantes
propietarios, quienes tienen derecho a hacer cualquier denuncia o impugnación a
la junta.
Ayer mismo, otro candidato amenazó
con tomar las oficinas si no le entregaban la certificación de su representante,
pues con el rollo de que tienen mucho trabajo, se hacen los chistosos para
darle ventaja a los priístas. Lo mismo hicieron con las facilidades que le
otorgan a los repartidores de despensas, el día de ayer domingo.
No está mal que los candidatos
regalen víveres con tal de obtener un voto. Está bien que lo hagan, porque con
tanta pobreza, medio le matan el hambre a la gente por dos días; pero cuando den,
ojalá fueran cosas buenas y saludables.
La repartición la hacen, más bien, con
tal de obtener un nombre porque saben que es la única manera de hacerse
conocidos.
Ellos mismos se sienten tan poca
cosa, tan ciudadanos X, que con tal de que la gente los recuerde frente a la
boleta, regalan a veces porquerías. Así lo hizo Yolanda López en las pasadas campañas
electorales. Es más, para descargar dos tráileres de granos, contrató a tres
personas, quienes durante más de 48 horas, y sin descanso y sin comida, les
prometió pagarles 3 mil pesos. Al final, le pagó a cada uno 250 pesos. Uno de
ellos hasta la fecha no puede trabajar porque quedó encorvado.
Si esta señora no se preocupó por
unos de estos trabajadores, mucho menos se va a preocupar por el pueblo.
Twitter: @horaciocorro
Facobook: Horacio Corro
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