Día del taxista
El tema de los taxistas siempre está presente en los
periódicos o los noticiaros de radio o televisión. En esos medios nos
encontramos encabezados como los siguientes: Mujer asesina a taxista que
intentó violarla. Acribillan a taxista mientras comía. Frena árbol a taxista.
Taxista arrastra en carretera a perro. Asalto armado a taxista. Algunas veces convierten
al taxista en Superman con este tipo de encabezados: Taxista se vuela el rojo y
atropella a ciclista. Taxista vuela hasta el fondo del barranco.
La verdad, no siempre los taxistas originales son los causantes
de todos los problemas que hay en la ciudad. Algunos aseguran que quienes más
causan molestias son los taxistas fayuca, los taxistas piratas, los patito,
esos que circulan sin permiso alguno pero hacen el servicio de recolección de
personas para conseguir su sustento diario.
Así como hay taxistas buena onda, también los hay sus
contrarios. En ocasiones, si un taxista te ve sufriendo a medianoche porque se
te ponchó una llanta del vehículo, se paran y te echan la mano. A un amigo mío
que lo asaltaban en la oscuridad de la noche, un taxista les echó el vehículo
encima y estos huyeron. En otra ocasión, cuando un tipejo golpeaba a una mujer,
un taxista se detuvo y el cobarde huyó. Siempre hay muchas historias, buenas y
malas, de los taxistas.
Hoy es el Día del taxista oaxaqueño, es una fecha que me
remite a otra mucho más importante: mi boda hace 25 años.
Si no fuera por esta fecha, si no fuera por los adornos bastante
discretos que los trabajadores del volante le ponen a sus vehículos, se me
pasaría de largo el 12 de agosto, fecha importante que por ningún motivo debo olvidar
para festejar.
El 12 de este mes, el Día del taxista, es para mí como un
gancho mental que me remitirme a aquel día que firme un compromiso con mi
esposa: vivir juntos para toda la vida.
Ojalá tuviera yo la memoria de los ruleteros. Ellos no
olvidan calles, rumbos, sitios, lugares ni atajos. Conocen todos los vericuetos
para llegar a donde el pasajero necesita acudir.
Mucha gente asegura que los taxistas tienen muy desarrollado
el sentido de orientación. Ellos, sin saberlo, poseen en el interior de su
cerebro un Google maps natural, y de una de esas chompetas extrajeron la
aplicación que todos usamos en nuestro celular para llegar a cualquier sitio.
Pero no solo son aplicaciones de ubicación, sino también
reseñadores del clima, pues cada que te quieren hacer plática comienzan a
hablarte del calor, de las lluvias, de los fríos… y si se dan cuenta que ese
tema no te interesa, te hablan de los encharcamientos, del caos de la ciudad, o
de los baches, de la inseguridad, o de los plantones, o las marchas, o de las
personas malhumoradas, en fin. Ellos siempre tienen tema.
Todas esas pláticas casi siempre desembocan en el tema
político. Los argumentos políticos, por naturaleza, siempre son apasionantes, y
por lo mismo, el taxista deja de concentrarse en su camino y pone sus ojos
sobre su interlocutor. Sin ver, sabe en qué momento girar el volante para
esquivar el bache que es un viejo residente en ese lugar. Sabe cuánto dura cada
alto, pero esa chamba se la deja a su subconsciente quién dos segundos antes
del verde del semáforo mete el cutch para
seguir su camino.
Una vez me tocó abordar un colectivo donde la conductora
era una mujer bastante joven, a quien se le notaba el esfuerzo que le ponía
para meter hasta el fondo el cluch,
pues era bajita de estatura, pero buena manejadora.
Hoy en día no sólo son ejercen este oficio los taxistas,
porque ya hay damas en esta actividad. A todas y todos los taxistas de la
entidad oaxaqueña, felicidades en su día.
Twitter:@horaciocorro
Facebook:
horacio corro
horaciocorro@yahoo.com.mx
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