El gobernador pintó su raya frente a la ciudadanía
De nada le sirvió a los oaxaqueños, que el
gobernador del estado, Salomón Jara Cruz, jurara cumplir y hacer cumplir la
Constitución General de la República, la propia del Estado y las leyes que de
ella emanen, si en su actuar viola los derechos humanos, y aun así, sigue en el
cargo como si nada hubiera pasado.
¿Y qué hay de las instancias encargadas de
sancionar dichas conductas? Parece que estas están para proteger a este
funcionario que poco le importó el interés ciudadano.
¿Dónde está la Defensoría de los Derechos Humanos del
Pueblo de Oaxaca? Esta institución, ante los hechos, no cumplió con su
obligación de respetar y proteger los derechos fundamentales de los ciudadanos.
Como sabemos, el lunes de esta semana, habitantes
de la comunidad de Teojomulco, llegaron a Ciudad Administrativa y a Ciudad
Judicial, a agredir con palos, piedras y machetes a los trabajadores.
Retuvieron unidades del transporte público para bloquear la vialidad frente a
Ciudad administrativa. Destrozaron autos particulares y retuvieron a un
funcionario de la Secretaría de gobierno. También, robaron un arma de cargo al
elemento que fue golpeado físicamente por los pobladores. Ante todos estos
hechos de violencia, la policía del gobierno de Oaxaca nunca se presentó al
lugar.
Frente a este terror, el gobernador del Estado,
Salomón Jara, lo único que declaró fue que no caerá en las agresiones. Afirmó
que “cuando son tiempos electorales hay mucha provocación”. Que su gobierno no
es autoritario ni sordo ni que no atiende a nadie.
Con esta declaración, se traduce que le abre las
puertas a la inseguridad. La invitación no es nada más para otras comunidades,
sino también para organizaciones, sindicatos, grupos y todo aquel que quiera
tomar la justicia por sus propias manos. El permiso está: pueden recurrir a
actos tan bárbaros, como linchamientos y acciones atroces.
Anterior a esta agresividad, hubo dos ataques
arma
Al separar gobierno y sociedad, Jara Cruz, a través
de su discurso exhibe su indolencia ante los hechos repudiables.
Con eso de que no caerá en la provocación, se
vislumbra una ciudadanía desamparada, sin protección de las leyes ni del
Estado. Se vislumbra un creciente clima de inseguridad e impunidad, lo cual
debilita la confianza en las autoridades de gobierno.
Entonces, ¿qué le queda, pues, a la ciudadanía? La
autoprotección. Cuando hablamos de autoprotección estamos hablando de
prevención, control de riesgos, así como acciones y medidas para garantizarnos
la defensa de nuestra integridad y de nuestros bienes.
Así como vamos, así como nos ha desprotegido el
gobernador, se entiende que tampoco hay procuración de justicia.
Ni modo, nos tocó vivir con este gobierno, donde la ciudadanía se siente indefensa ante los abusos, y no se siente resguardada ni por la justicia ni por las fuerzas del orden. Es una verdad irrebatible y evidente.
Desafortunadamente sí, pero, no es el primero. Antes hubo maestros que trabajaban cumpliendo su obligación y tenían que cobrar su salario a escondidas, mientras el que no trabajaba recibía en tiempo y forma un salario no devengado, es más, se adelantaban pagos si había actividades programadas en ese futuro próximo.
ResponderBorrarNo vi ni leí ningún texto de protesta, pero sí, lo que el gobernador hace, es lo mismo que han hecho los anteriores y sí, está igual de mal.