Nos vas a hacer falta, Roberto Molina
¡Qué tiempo tan espantoso nos tocó vivir! Seguramente esto se va a poner peor. Quien decía esto una y otra vez en las redes sociales, era el doctor Roberto Molina: él decía que nos preparamos porque la normalidad de nuestra vida sería para el 2022. Desgraciadamente se nos fue ayer.En lo particular, ni bien me estaba recuperando de una
tristeza, cuando viene otra, la de mi amigo Molina. Así, por su primer apellido
era bien conocido, como si él fuera el único Molina de Oaxaca. Incluso, en su
última campaña política, confeccionó un personaje de lucha libre que lo denominó
“Súper Molina”.
La verdad estoy aturdido. Me he descubierto pensando en
nada. Desde que leí el mensaje de su partida, sentí como un mazazo en la nuca,
y mis ojos no pudieron posarse en ningún punto.
Desde luego que muchos sabíamos que estabas
hospitalizado, doctor, pero todos teníamos la confianza de que ibas a salir de
esta. Cuando se comenzaron a complicar las cosas, me di cuenta que hasta los
más incrédulos, comenzaron a pedir oraciones por ti. Bueno, hasta uno que otro “babalucas”,
como los llamabas en Tuiter, retuiteaban los pedimentos de oración por ti.
Me duele mucho tu ausencia, doctor. Más bien, tu ausencia
comenzó desde que dejaste de escribir. Tus últimos tuits eran sobre el COVID, y
una y otra vez nos repetías ese tema. De esos, cuento el número de veces
compartidos, y son muy pocos en comparación a otros asuntos que tratabas.
Supongo que la gente no los replicaba porque tiene miedo de saber demasiado del
virus. Es por eso, tal vez, que la gente prefiere caminar con un garrote en la
mano como si fuera ciego.
En abril o mayo, me platicaste por teléfono que tu hija
ya había regresado de Rusia, y que para evitar cualquier contagio, la habías
puesto a hacer cuarentena en su recámara.
Sé que tenías muchísimos cuidados al salir y al entrar de
tu casa, y ante eso, no entiendo cómo fue que te enfermaste. Quiero suponer mil
cosas pero no he pensado en nada, solo me he puesto a dar vueltas y más vueltas
sin hacer nada, y de vez en cuando me he detenido a echar fuera un poco de
tristeza. No he leído, no he dibujado ni he puesto a trabajar mis manos para
hacer algo como todos los días y, ni he tratado de salir de este desconsuelo.
Son tantas cosas las que se me han venido encima en los
últimos días, que me dan ganas de dormir, y que cuando abra los ojos, la gente
ya no use cubrebocas y presuma su sonrisa.
Lo único que me gusta, y creo que lo puedo disfrutar, es
que el 23 de septiembre terminé de hacer el libro con tu imagen, mismo que lo
tuviste entre tus manos.
Estoy seguro que todo el equipo de Viral Noticias, de Libertad
Oaxaca, te buscaremos entre las gentes, en los cafés, en el ruido, pero todo
será inútil.
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Lindas palabras, se extrañan sus tuits 😔
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