No son delincuentes, señor síndico de Huajuapan
Anoche me enviaron la grabación de una
entrevista que le hicieron en una estación de radio local, al Síndico de
procuración de justicia municipal de Huajuapan de León, Pablo Crespo de la
Concha. Las declaraciones que hizo allí, seguramente provocó el enojo de la
ciudadanía.
Entre otras cosas, aseguró que de una
familia disfuncional salen los delincuentes. Que el ingerir bebidas
embriagantes o algún tipo de droga, es donde comienza florecer la delincuencia.
Que en los cinturones de miseria es donde se producen las familias
disfuncionales, por eso se dedican a los actos vandálicos.
Que cuando Huajuapan de León se
constituyó, a la gente se le pidió que poblara ese lugar porque existían, desde
entonces, actos vandálicos y “que este dato puede servir para que los
huajuapeños se den cuenta de que la delincuencia siempre ha sido parte de esta
sociedad”.
Afirmó que la delincuencia ha sido
proporcional, y que lo decía “con conocimiento de causa y por su experiencia”.
Una persona del auditorio le envió un
mensaje, y respondió el síndico que él no quiso decir que la gente pobre son
delincuentes. Por desgracia para el síndico procurador de justicia, existe una
grabación que revela lo contrario.
Sorprende que el hombre que procura la
justicia en ese municipio, culpe a los pobres de la inseguridad pública, o por
ser pobre, o por tener una familia disfuncional, sea un delincuente en
potencia. Tampoco la pobreza es una razón de peso para salir a buscar dinero, y
con lo robado, pueda comer, como lo afirmó.
Parece increíble que a este licenciado
le hayan dado chance para dar pláticas en la maestría de juicios orales y
sistema acusatorio adversarial, con posiciones tan discriminatorias.
Decir que los huajuapeños son
herederos de delincuentes, creo que no es una buena excusa para ocultar su nulo
trabajo, pues en Huajuapan se ha disparado la delincuencia en todos los
sentidos en más de un 100 por ciento, gracias a su descuido. Por su desidia los
elementos policiacos carecen de equipamiento y de apoyo en su
profesionalización. Por su desatención a la seguridad se perdieron 11 millones
de pesos del programa Fortaseg. Por su torpeza, invitó a un judicial (que nunca
está la ciudad) para estar al frente de la corporación policiaca. Pablo Crespo
dijo que con este judicial se iba a contener la delincuencia, y es cierto, se
contiene, pero no se le ha combatido.
En una entrevista que le hice hace
meses, me aseguró que comenzaría a trabajar sobre los prestamistas colombianos,
y a la fecha no ha hecho nada al respecto.
Por quedar bien con el esposo de la
presidenta municipal, Pedro Silva Salazar, ha sido capaz de despojarse de su
investidura al enviar a los ciudadanos con él, para que arregle los asuntos
municipales. A eso se le llama corrupción y también delincuencia.
Este señor quiere ser el próximo
presidente municipal de esa ciudad, no obstante, se le puede llamar
delincuente, pues no cumplió ni con su misma palabra: en esta cuarentena mandó
cerrar todos los establecimientos que no fueran prioritarios, sin embargo,
nunca permitió que se clausurara el bar “El Crudologo”, lugar visitado por él, y por el esposo de la presidenta municipal
Juanita Cruz Cruz.
Todas las palabras de este señor, no
son más que el reflejo de su carencia de proyecto, y de su desconocimiento en
el tema. Por todo esto, se ve que aún está muy tierno para ocupar la
presidencia municipal.
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