¿Qué negocios tienes con los ejércitos del mal?
De
hace unos meses para acá, los villanos dejaron de perderle el miedo a los
uniformados. Curiosamente hoy, los uniformados son quienes andan cuidándose las
espaldas u ocultando su identidad, no sea que el enemigo ataque a su familia.
Hoy
sabemos que las plazas que cuidaron gobiernos anteriores, hoy están en manos
del crimen. Si ustedes se preguntan qué pruebas hay al respecto, les diré algunas
de ellas.
Por
orden del presidente, ya no se persigue a las cabezas de las bandas criminales.
Por
orden del presidente, policías, marinos y militares, ya no pueden responder con
el uso de la fuerza a ninguna banda criminal ni siquiera participar en un enfrentamiento
común, etcétera.
Por
orden del presidente, se canceló el embargo de las principales drogas duras,
las que, curiosamente, son las más lucrativas, pero las más peligrosas. Se
pueden quitar aquellas drogas que por casualidad cae en algún operativo o en
alguna rutina.
Por
orden del presidente, ningún funcionario del gobierno federal puede hablar de
la lucha contra el crimen porque, según, la guerra terminó por decreto
presidencial. Desde entonces, parece que el gobierno ha reconocido la victoria
del crimen sobre todas las cosas.
Por
orden del presidente, hoy todo México es “feliz, feliz, feliz”. Tan felices
están todos, que hasta el mismo gobierno federal le dio todas las facilidades a
la familia de Joaquín Guzmán “el Chapo”, para que fueran a visitarlo a los Estados
Unidos, y además, al entregarles sus visas, les dieron un trato diplomático
preferencial.
¿Cómo
la ven?
Si
tuviste la oportunidad de escuchar el primer informe de gobierno, López Obrador
nunca hizo una sola mención sobre la persecución a las bandas criminales. Y si
tú eres un asiduo escucha de las mañaneras, no me dejarás mentir que casi nunca
toca las masacres criminales, ni mucho menos habla de los responsables.
O
que alguien me diga, porque tal vez ya no lo recuerdo, quién de los funcionarios
públicos se escandalizó por las matanzas en Minatitlán y Coatzacoalcos, o por
los casos de masacre a policías en Guanajuato, solo por mencionar algunos casos.
¿Quién
de los uniformados no sienten miedo por los decretos del Presidente? Desde que
él comenzó con esto, todos los uniformados de México perdieron su identidad, su
compromiso con la nación ―no porque ellos lo hayan decidido―, por eso andan con
pies de plomo. Si ellos, los que nos protegen así se sienten, entonces,
nosotros los ciudadanos comunes y corrientes ¿cómo debemos sentirnos?
Pero
benditas redes sociales, ¿verdad señor López?, por ellas sabemos que Ovidio
Guzmán López, quien tiene más de 80 mil seguidores en tuiter, y su medio
hermano, Alfredo, con casi 350 mil, desde allí aleccionan a sus seguidores con recomendaciones
y amenazas. Ellos, a través de sus mensajes buscan que los admiren y les teman,
además, que sepan todos que son invencibles.
¿Será
que esto no lo sabe Obrador?
¿Por
qué decretaste, López, que se les perdiera el respeto a nuestras fuerzas
armadas? ¿Qué negocios tienes, Obrador, con los ejércitos del mal, con los
ejércitos del crimen? Es
una pregunta para ti.
Twitter: @horaciocorro
Facebook: Horacio Corro
horaciocorro@yahoo.com.mx
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por participar