Lo que provocó la pipa de gas
Les voy a platicar lo que pasó el jueves de a semana pasada,
sobre la primera calle de Allende, a las 8:30 de la mañana, en Huajuapan de
León.
A este lugar llegó una pipa de gas para llenar un tanque
estacionario ubicado en la azotea de un edificio de departamentos. Se estacionó
del lado donde pasan los cables de luz de alta tensión. El chalán de la pipa
subió a la azotea con una reata al hombro para echarla desde el borde de la
marquesina, y con la misma, atar la manguera que sería conectara a la tubería.
Después del llenado, el chalán hizo lo inverso. Mientras el
conductor del vehículo enrollaba la manguera al carrete, el chalán jalaba desde
la azotea la reata.
Si este chavo tuviera un poco de capacitación por parte de
su empresa, no hubiera hecho lo que provocó: de un solo tirón jaló la reata, y
por el chicotazo, hizo que la cuerda se enredara con los cinco cables de luz de
alta tensión. Al golpearse entre sí, uno de ellos se reventó y cayó al piso
dando latigazos. Por fortuna, a esa hora había poca gente caminando por allí,
de lo contrario, alguien se hubiera electrocutado.
El chalán bajó a toda velocidad de la azotea del edificio
10 de esa calle, y se subió a la pipa. El conductor, también hizo lo propio: huir
del lugar, pero uno de los vecinos salió de su casa en piyama y se montó en la
pipa para no dejarlos escapar.
“De aquí no se van”, les dijo el vecino. “Miren lo que
ocasionaron”. “Yo no fui”, decía el chalán. “Claro que tú fuiste, te vi desde
esa ventana”. La línea seguía chicoteando por todas partes, mientras unas
barras verticales de madera atornilladas a los cables para evitar que estos se
unan, comenzaban a incendiarse.
Cuando los trabajadores de la empresa de gas vieron que el
fuego ya era escandaloso, llamaron a los bomberos y a la Comisión Federal de Electricidad
en busca de auxilio.
Si no se hubiera cortado la luz, los anuncios luminosos de la
calle se hubieran incendiado con toda facilidad, pues todos ellos son de
plástico.
Así que se quedó sin luz toda la calle Allende, Guerrero,
Matamoros, parte de Hidalgo y otras más.
Los trabajadores de la Comisión Federal, se llevaron más de
dos horas en componer el desperfecto ocasionado por los de la empresa “Flama
azul”.
Más tarde, uno de los vecinos llamó a la empresa de gas
para que el gerente supiera lo que habían ocasionado sus trabajadores de la
pipa E-2, pero la señorita que lo atendió, le dijo que ella personalmente le pasaría
el reporte a su jefe. La cosa es que el gerente de Flama Azul, jamás se reportó
con los vecinos de la calle Allende.
Si una de las chispas de los cables hubiera alcanzado a la
pipa, seguramente hubiera sido el caos, no nada más para los de la calle sino
para varias decenas de metros a la redonda.
El 23 de febrero del 2018, explotó un tanque estacionario frente
al mercado Zaragoza, de la ciudad de Huajuapan. Eso causó fuertes daños en
varias viviendas y negocios. Ahora imaginen lo que la pipa rodante puede
ocasionar.
Ojalá el cabildo de la ciudad, legisle para que todo aquel
usuario de tanques estacionarios, pongan su acometida de gas LP a cierta altura
de la fachada de su casa para no exponer ni a los trabajadores de la planta ni
a la ciudadanía.
Y ya encarrerados, ojalá el ayuntamiento le exija a la CFE,
cambiar un poste de madera (que también fue afectado por los gaseros), que está
a punto de caer. Ese soporte de cables fue colocado en el año ’63. Los vecinos
han enviado escritos a esa empresa y no les han hecho caso.
Y de veras, ya es hora que la empresa gasera “Flama Azul” ,
comience a capacitar a sus trabajadores. Parece que solo son buenos para
despertar con su vaca a la gente bien temprano.
Twitter:
@horaciocorro
Facebook: Horacio
Corro
horaciocorro@yahoo.com.mx
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