¡Se los dije!
¡Se los dije! Perdón, suena muy presuntuoso
eso de “se los dije”, pero es cierto. En este caso político casi nunca hay
margen de error. Después de que destaparon a los destapados, se soltaron los
barberos a hablar maravillas de su próximo candidato. En esta temporada de los
destapes sucede lo de aquella hermosa fábula para niños que habla sobre el amor
de una madre que demuestra cómo es de inmenso y puro el cariño materno. Les
hago un resumen del cuento:
La mamá zorra recorría desesperada
el desierto para encontrar a su hijo. En el camino se encontró a una serpiente,
a una paloma y un conejito, y todos ellos le preguntaron a mamá zorra: ¿Cómo es
tu hijo?
La madre les expresó:
—Mi hijo es muy hermoso, tiene pelo
abundante, es muy lindo y de color pardo rojizo, sus orejas firmes y sus ojos
azules como el cielo. Es ágil y muy astuto, además de ser veloz. Su pecho es
plateado y su cola larga de pelaje esponjado, en sí, un bello ejemplar.
—¡Mire!, le dijo el conejito, sí,
he visto a un joven zorro deambular por ahí, pero la descripción que me ha dado
no corresponde en nada al que yo he mirado. Lo que vi es un ejemplar muy feo,
hocico largo y caído, muy flaco, con los ojos hundidos, pelaje sucio y escaso,
muy apenas se sostiene. Le pudiera decir más sobre él, pero no tiene caso. Creo
que no estamos hablando del mismo zorrezno.
—¡Ese es mi hijo, ese es mi
pequeño que ando buscando…!
Así, o un poco más exagerados
andan los priístas presumiendo de su candidato panista capeado de priísta.
A estas alturas, cuando apenas comienza la
fiesta electoral, a José Antonio Meade lo han comparado con Morelos, con Villa,
con Zapata, y hasta dicen que tiene ojos guadalupanos, solo para restarle
imagen a López Obrador, quien se registrará como candidato a la presidencia de
la república el día de la Morenita, el 12 de diciembre.
Solo los priístas tienen el valor
de hablar tantas maravillas de su candidato. Solo ellos pueden convertir a un
hombre en dios. Solo los priístas pueden hablar milagros de un panista.
Lo hacen porque el PRI, perdió no
hace mucho su institucionalidad. Cambiaron sus documentos básicos para poder recoger
de otro partido a José Antonio Meade.
Esa manera de nuestros
representantes políticos, no es más que retorcer otro poco el duro camino de
los mexicanos. Con eso nos están demostrando que por su boca aflora corrupción.
Son personas de doble ánimo. Pueden hablar mal del PAN y a la vez, encomiar a
un hombre de sus filas. Hace años, estaba prohibidísimo que una persona de otro
partido pisara el suelo del edificio del exrevolucionario exinstitucional.
Solo para que no lo olviden los
priístas: El 9 de diciembre se celebra el Día Mundial contra la Corrupción.
Supongo que ese día lo van a dejar pasar. Los gobernantes le hacen gran fiesta
a otros días conmemorativos, pero al que está en contra de la corrupción no le
harán difusión, se los aseguro. Ninguna de las instituciones exrevolucionarias
realizarán actividades que puedan penetrar en los diversos sectores de la
sociedad.
Si llegaran a celebrar el Día
contra la corrupción, estoy seguro que no habrá espacio en este país para
esconder sus palabras de tanto engaño que le hacen, primeramente al pueblo, y
luego, a José Antonio Meade, al decirle que casi es dios.
Twitter: @horaciocorro
Facebook: Horacio Corro
horaciocorro@yahoo.com.mx
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