La señora gritona, que más tarde me enteré que se trataba de la directora general del Instituto San Felipe, de nombre Yolanda León de Constantino,
se lucía frente a todos al maltratar al hombre que nunca lo dejó hablar. Las veces que él intentaba dar una explicación, ella le gritaba más fuerte. Lo último que le dijo fue: pase usted a recoger sus cochinadas y de gracias a Dios, que no entregue nada de lo que usted hizo. Además, olvídese de su pago.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por participar