Día del Niño

Pensándolo bien, y pensando en todo lo relacionado al día del niño, no me suena muy correcto que los adultos olvidemos que fuimos niños. Pero cuando de la boca salen sólo palabras de imposibles, es que ha perdido toda credibilidad en sí mismo. Se ha dejado de ser el niño conquistador de mundos por descubrir. 

Cuando yo era niño, las luciérnagas volaban al anochecer por todos los rincones de Huajuapan. Las atrapábamos y les abríamos las alas para ver su vientre verdiazul luminoso. A veces reíamos como locos al confundir la luz de las estrellas con la luz de los insectos. Frecuentemente levantábamos la cara al cielo para descubrir el infinito. Hoy, tristemente, pocos niños conocen las estrellas, la luna e incluso las nubes. Conocen más las cosas de nuestro entorno a través de la televisión y de los video juegos, que por lo que nos grita la naturaleza.
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