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lunes, 19 de marzo de 2018


Estudio psicológico y psiquiátrico


La semana pasada recibí una carta que me llamó la atención, pues es un tema que durante años yo lo he propuesto en mis comentarios y no pasado de ahí. 
La copia de la carta que me enviaron, está dirigida a la doctora María Elena Medina-Mora Icaza, directora del Instituto nacional de psiquiatría "Ramón de la fuente Muñiz" del gobierno federal.
El escrito está firmado por el ciudadano Eduardo Olivares Morales, quien le solicita a la directora, invité a todos los candidatos a la presidencia de la República de todos los partidos políticos de México, y a los que contienden de manera independiente, para hacerles exámenes psicológicos y psiquiátricos, en la institución que ella representa.
Reconoce el autor de la misiva, que la aceptación de los candidatos debe ser voluntaria, ya que incluso, asegura, "alguno de ellos ya se pronunció de forma personal al respecto en forma positiva".
Desde luego que no existe ley alguna donde se obligue a los candidatos a ocupar un cargo público para hacerse este tipo de exámenes, pero si los candidatos aceptaran, los ciudadanos tendríamos mayor responsabilidad el día de las elecciones, pues en nuestras manos quedaría el compromiso de llevar al poder al mejor personaje.
El escrito del señor Eduardo Olivares, que fue recibido el 2 marzo, en las oficinas del Instituto, donde dice que la emisión de los resultados "llevará con seguridad a millones de mexicanos a revalorar la importancia de examinar, no sólo el cuerpo, sino a su motor principal: el cerebro”.
Específicamente solicita Olivares Morales, se le envié la invitación principalmente a: José Antonio Meade Kuribeña, Ricardo Anaya Cortés, Andrés Manuel López Obrador, Margarita Zavala, Jaime Rodríguez Calderón y a Armando Ríos Piter, aunque en los dos últimos ya valieron.
El documento cierra con una sugerencia: que el Instituto presente una solicitud formal ante las instancias del INE, tribunales electorales, Secretaría de gobernación, cámaras de diputados, etc. etc., para que en adelante se le aplique este tipo de exámenes psicológicos/psiquiátricos a cada uno de los aspirantes, y se convierta en un asunto obligatorio y corriente a lo largo de todo el país.
Hasta aquí es más o menos lo que dice el documento.
Una sugerencia similar le hice a Alejandro Murat Hinojosa, días antes de que tomara posesión como gobernador de Oaxaca.
De la lista que se manejaba como posibles integrantes a su gabinete, sólo ingresaron dos o tres, tal vez, y metió a aquellos de dudosa integridad. Así también, a los bonitos yupis que trajo de otros lugares del país a subyugar la entidad.
Si el gobernador hubiera puesto en práctica los respectivos estudios psicológicos y psiquiátricos a cada uno de sus elegantes funcionarios, se hubiera evitado la pena de haber cambiado en un año 3 meses y días, a muchos servidores públicos que no sirvieron para nada, o que no pudieron ajustarse a los intereses del gobernador, y que por lo mismo, Oaxaca está viviendo su peor crisis, entre ellas, la de seguridad policiaca.
Lo más curioso de todo esto, es que los jefes, los meros meros, nunca les ha fallado el ojo para poner en los dineros a la gente con mucha habilidad para jalarle las ubres a la vaca sin dejar rastro, pues saben desaparecer la lana sin que nadie se dé cuenta.
Si en esos cargos no se equivocan, entonces, por qué nunca le atinan a poner a los más capaces en los cargos de importante responsabilidad con el pueblo.
¡No entiendo!

Twitter:@horaciocorro
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viernes, 9 de marzo de 2018


Jesús Romero me corrige la plana en Tuiter


En respuesta a mi columna de ayer titulada "No fue un destape, sino un acto de soberbia de Gurrión", el diputado Jesús Romero López, me envió un Tuiter con el siguiente texto: "Saludos Horacio, ni silencio ni complicidad. ¿De dónde sacas eso? Mi opinión y posición pública fue clara e inmediata dentro de las facultades que la ley me otorga." Y en seguida me anota el enlace donde apareció su declaración después de haberse llevado a cabo el acto político del diputado Samuel Gurrión, en la Cámara de Diputados.

Si el legislador no me hubiera enviado el enlace, no estaría yo enterado de la declaración que le hizo a Jazmín Gómez en #PrimeraLinea.
La afirmación del diputado tiene bastante inconsistencia. Solo se apoya en dos verbos para un caso tan serio: "revisar" e "investigar".
El tema lo toca tan superficial, que no se escucha propio de un Presidente de la Mesa Directiva de la 63 Legislatura Local. Su declaración es tibia, cuando él tiene la responsabilidad de regir la vida interna de lo legislativo. Es por eso que debió ser frío o caliente.
En su declaración no opina ni emite una apreciación de lo que pasó en el edificio del Congreso con el arranque de la campaña electoral del diputado Samuel Gurrión Matías. Sólo se limitó a decir que se va a investigar. Pero, ¿cuál es su postura?
El diputado Romero es quien debe establecer la postura de la Cámara de Diputados, mas no la Presidenta de la Junta de Coordinación Política, María de las Nieves García Fernández. La función de él, es todo lo relacionado a asuntos parlamentarios, pero en su declaración se deslinda al querer enviar su responsabilidad a la Jucopo.
Con eso, se me hace que tiene la intención de entregarle buenas cuentas a alguien para que ya no trascienda el inicio de campaña de Gurrión dentro de la Cámara de Diputados.
Me hago una pregunta: ¿Por qué no quiere meter las manos al asunto de Gurrión? Hay que recordar que Romero López, transitó del PRD al PT, y de éste a Morena. Lo más sorprendente, es que al llegar a Morena, recoge todas las canicas de los orgánicos y se queda con ellas en la bolsa, además, se va a primera posición dentro de la Cámara.
Me gustaría que respondieras a estas preguntas, diputado: ¿Se violó o no se violó el recinto legislativo? ¿Estas favoreciendo a un candidato distinto al de Andrés Manuel López Obrador? ¿Cuándo pedirás que se haga una investigación?, ¿después del proceso electoral?
El interés de Chucho Romero, para que quede el asunto en manos de la Jucopo es entendible. Así tendría garantizado el olvido de lo que fueron a hacer los partidos políticos al recinto legislativo. Él sabe que sus compañeros diputados votarían en contra de que se realice una investigación. De los cinco integrantes de la Comisión de la Jucopo, dos votarían a favor (María de las Nieves, del PRI, e Ireneo Molina, de Morena), y tres votarían en contra (Carol Antonio Altamirano, del PRD; Juan Mendoza Reyes, del PAN, y Juan Bautista Olvera del PT).
Esta sería una manera muy fácil de resolver el problema. Pero la responsabilidad de Jesús Romero, es llevar este caso a las autoridades electorales para que sean ellas quienes decidan si se cometió un agravio al poder legislativo, de otra manera, se está violentando la imparcialidad.
Lo que sucedió en la Cámara no fue un chiste, es algo muy delicado, y lo de más consideración, es que posiblemente los diputados de Morena, estén apoyando un proyecto completamente diferente al de López Obrador. Pero también, puede ser, que Jesús Romero no quiera actuar contra sus amigos que un día fueron sus compañeros de partido, los del PRD.
Es posible también, que con esta actitud quiera congraciarse con Ricardo Anaya, por si las moscas. Pues hay que recordar que en el destape de Gurrión, también se hizo campaña a favor de Ricardo Anaya.

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jueves, 8 de marzo de 2018

No fue un destape, sino un acto de soberbia de Gurrión



Ayer 7 de marzo inició el periodo de registro ante el Instituto Estatal de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO), para las candidaturas a ayuntamientos y diputaciones locales. Antes de esta fecha no existía ningún candidato. Antes de esta fecha, tampoco nadie pudo haberse llamado “candidato”, quien lo haya hecho, violó el marco legal electoral. 
El periodo de intercampañas inició el 12 de febrero y termina el 28 de mayo para concejales a los ayuntamientos que se rigen por Partidos Políticos. Durante este espacio, los aspirantes a diputados o a presidentes municipales, no podrán aparecer en spots electorales ni llamar a que voten por él ni a realizar actos a su favor.
Sin embargo, el diputado local Samuel Gurrión Matías, se nombró candidato a presidente municipal de la ciudad de Oaxaca el 5 de marzo en la sala audiovisual del H. Congreso del Estado, frente a un grupo de representantes políticos de los partidos del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano.
La sala audiovisual del Congreso fue solicitada por el Diputado Gurrión el día 3 de marzo, al Oficial Mayor Igmar Mdina Matus, "para llevar a cabo las actividades de mi agenda de ese día." Pero el acontecimiento resultó ser otra cosa al oficio número LIII/037/2018, porque se convirtió en un acto político de inicio de campaña a la presidencia municipal de la ciudad de Oaxaca.
Por otra parte, los dirigentes del Partido Acción Nacional, de la Revolución Democrática, y del Movimiento Ciudadano, dijeron confiar en esa candidatura, pues lo consideraron un cuadro político fuerte, quien tendrá el triunfo en la capital oaxaqueña. 
Por su parte, la presidenta de la junta de coordinación política de la Cámara de Diputados, María de las Nieves García Fernández, dijo que usar de las instalaciones legislativas para promover la candidatura de Samuel Gurrión, viola la ley electoral.
Y es cierto, lo que realizaron estos señores en el espacio legislativo, fue hermosear una nueva forma de propaganda política. Además, utilizaron los recursos públicos para tal fin. El simple gasto de la luz eléctrica es hacer uso de un recurso público para un fin político. Pero en fin, este tema le tocará analizarlo a las instituciones electorales.
Además, se dijo candidato cuando aún no eran los tiempos de candidatura, porque estos iniciaron ayer, el día 7 de marzo.
Después de 3 días del hecho, el presidente de la Mesa Directiva de la 63 Legislatura Local, Jesús Romero López, ha guardado un silencio que se oye cómplice, aderezado de impunidad hacia su compañero diputado expriísta, ahora panista.
El acto político realizado en la Cámara de Diputados por los representantes de los partidos políticos, fue un suceso para autodemostrarse poder, impunidad, prepotencia. Ellos mismos se pintaron como hombres irrespetuosos de las instituciones. Si eso le hicieron al poder legislativo, qué no le podrán hacer a un municipio.
En esencia, fue un acto de soberbia: pues ellos pueden hacer cualquier cosa a la hora que quieran y donde quieran. Dejaron bien marcado el límite de su imperio. Fue un mensaje a los oaxaqueños para legitimar su caudillaje sin límites, y exponerle a todos que su poderío es perdurable.
El presidente de la mesa directiva, Jesús Romero, declaró hace dos días: “Yo percibo un estado con una debilidad institucional y fragilidad…” Con esta afirmación, parece que se autocritica, pues está contribuyendo a que las instituciones, como la Cámara de Diputados, se desquebraje más rápido que inmediatamente, cuando él está obligado a impedir que gente extraña llegue a violar los límites de su casa.
Es probable que después de 3 días, Romero López, ya no emita ningún posicionamiento como Presidente de la Mesa, como en su momento lo hizo la diputada María de las Nieves, Presidenta de la junta de coordinación política.
Al final de cuentas, al Instituto electoral le corresponde estar informado de cualquier propaganda que utilicen los servidores públicos con el objeto de promocionar su imagen con fines electorales, pues no fue una simple actividad de agenda, sino un acto anticipado de precampaña o de campaña que pudiera quebrantar el principio de equilibrio en la contienda.

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lunes, 5 de marzo de 2018

El consuelo del gobierno de Oaxaca

 
Tener la autoridad es responder a la confianza que se le da a una persona o a varias para que ejerzan el mando y hagan cumplir las leyes o normas que garanticen el buen funcionamiento de una institución. Si no responden a ese compromiso, quiere decir que están renunciando a tal responsabilidad.

Cuando esos funcionarios no para que ejerzan el mando y hagan cumplir las leyes o normas que garanticen tener la autoridad es responder a la confianza que se le da una persona una varillas para que ejerzan el mando y hagan cumplir las leyes o normas que garanticen el buen funcionamiento de la institución y no responden a ese compromiso quiere decir que están renunciando a tal responsabilidad reaccionan a sus obligaciones, no son dignos de seguir cargando la investidura que se les dio.
Asimismo, cuando los representantes de gobierno empiezan a hacer declaraciones sin tener en cuenta los sentimientos de la ciudadanía, es signo de que ya perdió la visión panorámica de lo que sufre la gente, y por lo mismo, les impide pensar en todos los ciudadanos.
El viernes, el gobernador Alejandro Murat, dijo que su gobierno está alerta ante la inseguridad, pero alegó que la Embajada Americana no tiene registrada a la entidad oaxaqueña como un lugar inseguro.
Ante esta declaración, no queda más que preguntarse: ¿y qué hacemos, pues? Si el parámetro de nuestro gobernador son los gringos y no los oaxaqueños.
Mientras Estados Unidos no nos fije como una entidad peligrosa, tenemos que esperar a que el insuficiente número de asesinatos registrados en los dos últimos meses —poco más de los 250—, se incrementen para que el país norteño nos ponga a lado de los estados más peligrosos de México. Mientras tanto no pasa nada.
Las palabras del gobernador parecen decirnos que debemos esperar a que mejore la situación de violencia en Oaxaca, o cambie por sí sola.
Desde hace varias semanas algunos políticos y empresarios, comenzaron a levantar la voz para que las autoridades encargadas de la seguridad en la entidad pusieran más atención a este problema, pero el gobernador no está considerando la inseguridad y el temor que ya vive el pueblo.
Por otro lado, el Fiscal de justicia en el Estado de Oaxaca, Rubén Vasconcelos Méndez, asegura que todavía no se desborda la delincuencia porque aún "no tenemos en la capital del estado un crecimiento del número de homicidios dolosos".
Aquí habrá que decirle al fiscal, que la capital del estado no es todo Oaxaca. Me extraña que él, de los pocos oaxaqueños dentro de este gobierno, no sepa que la entidad no es solo la capital del estado.
Habrá que preguntarle también si ya se dio cuenta del número de cuerpos desmembrados que han aparecido en varios sitios, de los robos a casa habitación y a los negocios, de los narco mensajes, de los asaltos a vehículos, de los asesinatos a ocupantes de vehículos en movimiento, de los crímenes por robo en viviendas, de los cristalazos a vehículos, de los cientos de robos de teléfonos celulares, de la complicidad de rateros con la policía, y etcétera.
¿Y qué dice José Raymundo Tuñón Jáuregui, titular de la Secretaría de Seguridad Pública de Oaxaca? Pues asegura que "no estamos del todo mal". ¿Cómo la ven? ¿Estará enterado este señor, que ayer domingo hallaron 8 cuerpos sin vida en el Istmo de Tehuantepec, mientras en Juchitán fueron ejecutados dos hermanos?
Los dizque expertos en el tema de seguridad que trajo Murat a Oaxaca, solo han dado muestras de su analfabetismo en el conocimiento de la entidad. Andan más preocupados en su calenturas carnales que en darnos seguridad y confianza.
El tema de la seguridad ha sido minimizado por estos funcionarios, quienes no han querido escuchar lo que dicen los empresarios, los diputados, los representantes de partidos políticos, los comerciantes, las amas de casa, los estudiantes, en fin.
Pero no hay problema, ¿verdad? Lo que vive Oaxaca no es para tanto si nos comparan con otros estados del país. Y el problema disminuye mucho más, si los Estados Unidos no nos señalan como entidad peligrosa.
Ojalá el gobernador comience a poner los ojos sobre la gente oaxaqueña, y olvide aquello de mal de muchos, consuelo de tontos.

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jueves, 1 de marzo de 2018

Tapados políticamente incorrectos

Aunque mucha gente los ha visto caminar por las calles y casi no lo puede creer, déjenme decirles que lo que ha visto sus ojos sí es cierto. Aquí están de regreso, son ellos, son una combinación de monstruos con zombis, algo así. Alguien los sacó de sus mismas tumbas y ahora merodean cafés, restaurantes, visitan amigos y periodistas para que éstos les certifiquen su existencia, o su retorno.
Esos personajes que creíamos que ya no volverían más al oficio político oaxaqueño, ahora andan aquí, entre nosotros.
Los viejos grupos del poder andan desatados por todas partes. Reaparecieron porque hoy no es como antes. Antes, ser político era ser disciplinado y esperar rigurosamente los tiempos para ir al encuentro del destapado o del dedeado.
Como eso se quedó atrás y hoy es una completa indisciplina, brotaron aquellos monstruos con marcadas llagas de corrupción en el cuerpo. Mucha gente ya los había olvidado, pero regresaron para ser considerados en las próximas contiendas electorales.
Los tiempos modernos exigen que si no te dan lo que pides, debes de arrebatar. El tapado tiene que auto destaparse porque la indisciplina es lo de hoy.
Casi todos los aspirantes de cualquier partido político están poniendo en práctica aquellas palabras del gobernador Alejandro Murat: "No hay que ser políticamente correctos". ¿Se acuerdan cuándo la dijo? Apenas empezaba su campaña.
Murat, el gobernador actual dijo la frase, y con ella sembró la indisciplina, el madruguete, la desobediencia, la rebeldía.
Sin embargo, en los tiempos de Murat viejo, el destape o el dedazo era esperado sin hacer aspavientos. Si el resultado no era favorable, tenían que hacer de tripas corazón. Esa era la regla. Así era el proceso y el ritmo de la política.
Hoy el tapado aunque no tenga nada asegurado ni figure en las encuestas, tiene la obligación de  arrebatar porque son los tiempos donde “no hay que ser políticamente correctos”.
Desde la creación del PRI y del PAN, la selección del candidato era una regla que no se podía quebrantar. Esta práctica se sostuvo hasta que intencionalmente se perdió la investidura presidencial, y eso fue con Vicente Fox.
Seis años después, Felipe Calderón tuvo que aceptar la imposición de Josefina Vázquez Mota. Después de eso, en el PRI y en el PAN llegaron a gobernar los chavos, y todo el respeto y toda aquella expectación para destapar al seleccionado se perdieron.
En la entidad oaxaqueña ya no importan los líderes naturales, sino la lana. Quien tenga más dinero en los bolsillos tiene más oportunidad de ocupar un espacio de “honorabilidad”. Ya no existen las capacidades ni las disposiciones para servir,  solo sirve el billete y quien esté ligero para no ser “políticamente correcto”.
La selección de candidatos ahora es un tianguis y un regateo de precios. Es el resultado de no ser políticamente correctos.
El mensaje de "no hay que ser políticamente correctos", no fue un recado precisamente para los priístas, sino para todos los partidos políticos. Todos se han montado en la frase de Murat gobernador.
Fue así como Murat trazó el destino oaxaqueño con su frase, y si no la hubiera dicho, la entidad no estaría viviendo en la modernidad.
Antes, cuando se daba a conocer el tapado, todos los grupos políticos se quedaban quietos, sin hacer escándalos, y comenzaban a trabajar a favor del designado. Todos los militantes se unían en la "cargada unificadora", y además, ponían en práctica la operación “cicatriz”.
El no ser políticamente correctos, está orillando a los políticos viejos y jóvenes a ser más agresivos, más confrontados, más bravucones, con tal de obtener la candidatura.
Ojalá Oaxaca no llegue a vivir por lo que está pasando Guerrero, donde una expriísta, después de haberse registrado como precandidata a diputada local, fue asesinada.


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